La cerealera Vicentin opera hoy como una prestadora de servicios. Tiene un pasivo de 1500 millones de dólares, alarga la propuesta para pagar a sus múltiples acreedores; pero no debe un solo sueldo ni una sola carga patronal a sus más de 1000 empleados. Todo lo que compraba fue absorbido mayormente por tres empresas que hicieron en su momento una tibia propuesta para quedarse con el antiguo monstruo cerealero de Avellaneda: Molinos Agro, ACA y el grupo Glencore. Por ahora se quedaron con una porción grande de los granos del mercado. El juez Fabián Lorenzini, sospechado al principio de beneficiar a la empresa, es el que ahora ha otorgado una nueva prórroga para el concurso de acreedores hasta el 31 de marzo próximo. La última propuesta de la empresa consistía en pagar con una quita del 70% a 15 años a partir de 2023, pero ni siquiera establecía qué día de ese año y en qué moneda saldaría sus compromisos. Las causas penales por estafa y defraudación se desarrollan aparte, en Rosario y hasta en Comodoro Py. Rosario/12 consultó al ex veedor del concurso de Vicentin Sergio Arelovich, quien además explica cómo cambiaron las reglas del juego en el mercado de granos "a partir de la incorporación de la Carta de Porte Electrónica que va a mejorar notablemente la trazabilidad y aumentará la recaudación de la Afip con una notable baja en la evasión".

Respecto de la marcha del concurso, Arelovich señaló que "acá lo fundamental a saber es cuánto debe la empresa y cuánto tiene la empresa. La empresa debe casi tres veces lo que tiene, los números son muy grandes con un pasivo de 1500 millones de dólares". La propuesta que hizo en su momento la firma "es la de reconocer un 70%, 75% de quita sobre la deuda y el resto pagarlo 'a los premios' en al menos 14 o 15 años. Más allá de que los acreedores aceptaran o no, la pregunta que surge es si la empresa estaría o no en condiciones de asegurar el pago en los 15 años, cosa que empezó a ponerse en duda sobre todo ante la incertidumbre sobre qué papel jugarían esas tres empresas que han manifestado interés: Molinos Agro, ACA y el grupo Glencore, con lo cual eso sigue abierto".

Para el economista, si se pudiera señalar una fecha clave en toda esta historia "sería el 17 de noviembre. A partir de allí se explicitaron un conjunto de cosas en el expediente muy importantes: Por ejemplo el juez (Lorenzini) le pidió a la empresa que diga en qué consistía la oferta, cuál era el compromiso de las tres interesadas, cuánto iban a entregar, en qué plazo, cuál era el plan de negocios y la empresa lo presentó en el expediente", recordó Arelovich. "Unos días después, el juez, en función de lo que observaba, resolvió en un fallo que era abusiva la propuesta. Y además era incompleta, porque decía que el vencimiento era en el 2023, pero no establecía qué día de ese año, en qué moneda se haría. Es decir que la propuesta tenía un conjunto de imprecisiones que no eran aceptables".

-¿Cómo está operando hoy Vicentin?

-Desde el 10 de febrero de 2020, que es la fecha en la que se dio la apertura del concurso, hasta hoy, la empresa pagó en término los sueldos y las contribuciones patronales. Porque no representan una masa de dinero para nada significativa respecto del volumen de negocios que tenía la vieja Vicentin y que tiene esta Vicentin de ahora, que está reducida a una proveedora de servicios. Por lo cual no hay ninguna razón por la que no pueda pagar. El personal directo de la empresa es de unas 1200 personas y después hay personal de un conjunto de empresas asociadas, proveedoras, etc. -respondió el economista.

Y agregó que hoy Vicentin "es una proveedora de servicios, no compra granos porque nadie le confía crédito. Con lo cual lo único que hace es prestar servicios a terceros donde estos lo que hacen es utilizar la infraestructura de la empresa. Y los principales clientes son las empresas interesadas (Glencore, Molinos Agro y ACA)".

Por otra parte, para Arelovich lo que hay que observar bien "es el papel de Unión Agrícola, que es una cooperativa histórica del norte provincial, muy vinculada a Vicentin. Y Algodonera Avellaneda ha experimentado un fuerte crecimiento en las exportaciones, de alguna manera ocupando una partecita del lugar que ocupaba Vicentin".

La quiebra de Vicentin afectó el reparto del mercado. Vicentin era comprador y vendedor de granos. Como comprador tenía un conjunto de proveedores, que son los que están en la cola esperando cobrar. "Pero esos les empezaron a vender a otros y principalmente a las tres interesadas (Glencore, Molinos Agro y ACA), que se quedaron con un buen pedazo de ese mercado", dijo Arelovich y agregó que "después, está la parte de la venta. Vicentin dejó de exportar y alguien comenzó a hacerlo a esos destinos. Otros destinos se perdieron. Primero hicieron un acuerdo con Díaz y Forti que quebró y le debe un montón de plata a la AFIP en concepto sobre todo de liquidación de exportaciones".

 

Desde el 1° de noviembre se hizo obligatoria la Carta Electrónica de Porte para todo el transporte terrestre. "Esto significa que no puede haber un solo vehículo sin esa carta electrónica que mejora muchísimo la trazabilidad. Con lo cual, en seis meses vamos a ver un conjunto de resultados producto de la mejor fiscalización de la Afip que van a sorprender por el tamaño y la envergadura que tiene", concluyó Arelovich.