El agua no da tregua a la provincia de Buenos Aires. Mientras el gobierno provincial promulgaba la emergencia hídrica por 18 meses para 26 distritos del noroeste bonaerense afectados por las inundaciones, dos municipios de esa región, Salto y Arrecifes, debieron evacuar pobladores por la crecida de ríos. En tanto, en Tandil, en el centro de la provincia, hubo suspensión de clases, anegamientos y zonas rurales aisladas. Además, en el sudeste, en Mar del Plata, las ráfagas de viento que acompañaron las lluvias y dejaron árboles caídos obligaron al municipio a suspender el dictado de clases en todos los turnos.
La municipalidad de Salto declaró la alerta naranja ante la crecida del río homónimo, cuyo desborde ocasionó la evacuación preventiva de 340 personas del barrio Trocha. Si bien se registraron lluvias en los últimos días en la localidad y en distritos vecinos, el desborde del río es consecuencia del caudal de agua que baja de la laguna de Quirno, cercana a la localidad santafesina Villa Cañás.
Las evacuaciones se realizaron en seco, es decir sin que haya ingresado agua a las viviendas, ante el riesgo de que eso ocurra si el flujo de agua sigue aumentando el nivel del río.
Nair Acosta, de la Dirección de Prensa de la municipalidad, explicó que “el río Salto tiene una altura de 7,28 metros en crecida, por lo que se declaró la alerta naranja”. Si supera los 7,50 metros, el municipio declarará la alerta roja.
La última crecida, en abril pasado, marcó un récord de 9,54 metros y dejó 575 evacuados, alrededor de 600 autoevacuados y casa bajo el agua.
“El desborde del río comenzó días atrás y de inmediato se dispuso la evacuación de unas 340 personas, pertenecientes a 42 familias que viven muy cerca del río y están alojadas en siete centros de evacuación”, informó Acosta.
Según la funcionaria, las familias evacuadas serán relocalizadas para “evitar la reiteración de estas evacuaciones por la cercanía con el río” y detalló que “ya se están construyendo 34 viviendas para estas personas y hay un convenio firmado para construir otras 100 viviendas”.
En Arrecifes, el río Salto, al que se acopla el arroyo Pergamino, cambia de nombre y toma el de la localidad que atraviesa durante 90 kilómetros. Ayer a la mañana, registró una marca de 7,30 metros e hizo necesario evacuar a 75 personas que viven cerca de la ribera y en la zona de quinchos de esa comuna.
Hasta el jueves había 41 personas evacuadas en el gimnasio de una escuela y en la sede del Club Huracán.
La crecida durante la noche y la mañana del viernes aumentó el número de afectados y la preocupación del municipio. Según informó el jefe de bombero Fernando Ciongo, el caudal del río se incrementó “unos cinco centímetros por hora” y advirtió que “el río está dos metros y medio más de lo normal”.
El municipio recomendó “no circular ni aproximarse a la zona balnearia, salvo que sea inevitable, a fin de evitar posibles accidentes”.
En tanto, 450 kilómetros más al sur, en Tandil, un fuerte temporal de lluvia produjo anegamientos y localidades rurales aisladas por la intransitabilidad de los caminos vecinales, cortes de luz y la suspensión de las clases. Los 100 milímetros de agua que cayeron desde el jueves a la noche fueron acompañados por ráfagas de viento que dejaron numerosos árboles caídos y en la localidad de Vela, a unos 70 kilómetros de Tandil, tres familias evacuadas.
En Mar del Plata, las autoridades municipales decidieron suspender las clases en todos los turnos por el temporal de viento que desde las primeras horas azotó a la ciudad.
El titular de Defensa Civil del partido de General Pueyrredón, Rodrigo Goncalvez, informó que a la lluvia constante se sumaron ráfagas de viento que alcanzaron los 80 kilómetros, que volaron chapas de algunos techos. Además, se registraron zonas sin energía eléctrica y una veintena de árboles caídos además de mampostería. En otras localidades, como Pinamar y General Madariaga, el viento, que alcanzó los 100 kilómetros, dejó ramas caídas, techos volados y zonas sin luz.