Tan cerca del título, Mercedes casi que llegó a saborearlo y parece no querer soltarlo, por lo que seguirá dando batalla, aunque desde los escritorios. Es que la escudería alemana elevó una protesta después de la conquista de Verstappen por supuestas infracciones en el mano a mano que protagonizó con Hamilton.

El equipo comandado por el austríaco Torger "Toto" Wolff, a través de dos documentos, puso énfasis "contra la clasificación establecida al final de la Competición" amparados en los artículos 48.8 y 48.12 del Reglamento Deportivo de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), según comunicó de manera oficial la Fórmula 1.

Pero el manotazo de los germanos no llegó demasiado lejos ya que, a las horas, los comisarios de la FIA denegaron las dos protestas. Las autoridades desestimaron inicialmente la protesta referida al artículo 48.8 al admitir que hubo un momento en el que, mientras frenaba y aceleraba, Verstappen pudo estar algo adelantado a Hamilton mientras rodaba el Auto de Seguridad, pero aduciendo que el neerlandés regresó inmediatamente al lugar que ocupaba cuando importaba.


Posteriormente, también refutaron la posible infracción en relación al artículo 48.12, el que se refiere a que todos los coches deben recolocarse antes de que salga de pista el Safety Car, algo que al parecer sólo hicieron los que se encontraban entre los dos aspirantes al título; y que los comisarios desestimaron en el circuito de Yas Marina.

De todos modos, Mercedes, que se terminó quedando con el Campeonato de Constructores con 613,5 puntos (por sobre los 585,5 de Red Bull), no da el brazo a torcer y anunció que apelará la decisión de los comisarios de la FIA. Tiene plazo hasta el próximo jueves para presentar el citado recurso y reescribir la historia de esta inolvidable edición de la categoría reina del automovilismo, aunque ya fuera de las pistas.