El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, sufrió un derrame cerebral en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, cerca de Londres, a fines de octubre. Stella Moris, pareja de Assange, aseguró que el accidente cerebrovascular se produjo el 27 de octubre, el primer día en el que se examinaba la apelación de Estados Unidos contra el rechazo a extraditar al periodista australiano, a quien Washington quiere juzgar por espionaje. Assange permanece recluido desde que en abril de 2019 fue detenido por sorpresa dentro de la embajada ecuatoriana luego de que el entonces presidente Lenín Moreno le retirara el asilo concedido por su predecesor, Rafael Correa.
El diario Daily Mail informó que Assange, de 50 años, sufrió un "accidente isquémico transitorio", durante el cual se detuvo de forma breve el flujo de sangre a una parte del cerebro. Esto le provocó pérdida de memoria, signos de daños neurológicos y la caída de su párpado derecho. Desde entonces toma medicamentos, según el medio británico. "Creo que este constante juego de ajedrez, batalla tras batalla, este estrés extremo, es lo que le causó este derrame cerebral a Julian el 27 de octubre", dijo Moris, temiendo que su pareja sea víctima de un episodio cerebrovascular más grave.
Esta información sobre la salud de Assange trascendió dos días después de que Estados Unidos lograra una importante victoria en su proceso para obtener su extradición, al anular una corte de apelaciones inglesa la decisión previa de no entregarlo. A través de un comunicado, el Grupo de Puebla calificó el fallo de "grave error judicial" y agregó que "se trata de una decisión que sienta graves precedentes en la vulneración del derecho humano a la libre expresión".