El derrumbe el sábado de varios edificios en Sicilia tras una explosión al parecer por una fuga de gas -que causó la muerte de al menos siete personas-- reabrió en Italia el debate sobre los riesgos hidrogeológicos y el estado de sus infraestructuras.

Casi dos dias después de la tragedia, los equipos de rescate seguían buscando este lunes a dos personas desaparecidas tras la explosión.

Fueron cuatro los edificios que se desmoronaron por la explosión, en la localidad de Ravanusa, en el sur de la isla italiana, según precisó la oficina regional de la Protección Civil en Facebook. Cuatro cuerpos fueron encontrados hace unas horas tras una noche entera de búsqueda. Los cuerpos --entre ellos una mujer en el noveno mes de gestación-- se encontraban todos juntos, bajo los escombros de un edificio de cuatro pisos.

Dos mujeres fueron rescatadas vivas entre los cascotes, luego de ser detectadas durante la madrugada del domingo por perros rastreadores, y desde ese momento los bomberos no han detectado otras señales de vida.

Los cuatro edificios que se derrumbaron se encontraban en una zona residencial del centro de Ravanusa, una pequeña ciudad de 11.000 habitantes, ubicada al sudeste de la sureña provincia de Agrigento, en Sicilia, y a unos 30 kilómetros hacia dentro desde la costa sur de la isla.

"Es como si un avión se hubiera estrellado contra nuestro edificio", comentó un residente de una edificación adyacente. Las imágenes de la televisión muestran una gigantesca pila de desechos, ladrillos, pedazos de balcones y restos de automóviles además de objetos carbonizados y los edificios de los alrededores ennegrecidos.

Las autoridades judiciales abrieron una investigación por homicidio involuntario y creen que la explosión se debió al escape de gas que se habría acumulado bajo tierra y que explotó por la activación al parecer de un ascensor.

La empresa a cargo de la distribución del gas natural, Italgas, aseguró en un comunicado que no había recibido informes de fuga de gas durante la semana anterior al desastre y que no se estaban realizando obras en la zona afectada.

Precisó también que la red de distribución de toda la ciudad había sido sometida a inspecciones completas en 2020 y 2021.

"Unos vecinos comentaron que sentían olor a gas", declaró por su lado Calogero Bonanno, un residente de la zona a los medios italianos.

"Escuché un gran estruendo, como si una bomba hubiera explotado o un avión se hubiera estrellado contra la casa", contó.

"Entonces explotaron las ventanas. Inmediatamente bajamos a la calle, había fuego por todos lados, escombros por todos lados", continuó el hombre que huyó con su esposa, sus tres hijos y sus suegros.

"Es un milagro que estemos vivos", dijo al diario La Repubblica.

La red de gas de la ciudad, construida hace 36 años, es una de las más antiguas de Italia y se extiende sobre un terreno inestable, expuesto a la erosión y que registra deslizamientos de tierra.

"La zona había sido clasificada de alto riesgo hidrogeológico", sostiene el diario La Repubblica que cita un documento de 2018.

Sicilia, una de las regiones menos desarrolladas de la península, sufre por sus infraestructuras deficientes y envejecidas.

Muchos edificios fueron construidos en las últimas décadas con materiales baratos debido a contratos frutos de la corrupcion y obtenidos por la mafia.