Leo las noticias de la semana y me causan gracia. En Boca se alegran porque le convirtieron ocho goles a Central Córdoba. ¿Ocho goles nada más? Mi equipo, el Deportivo Zancadilla, también llegó a convertir ocho goles: en todo el campeonato.
En River festejan que hace tres años ganaron un partido. A nosotros nos pasa algo parecido: hace tres años que ganamos nuestro último partido.
Mirá qué distintos somos. Los hinchas de mi club, nos tomamos con mucha tranquilidad la mala racha de nuestro equipo. No nos importa el fixture ni contra qué equipo nos toca jugar en la fecha siguiente. Directamente preguntamos: ¿y el domingo que viene contra quién perdemos?
En River se alegran de que el técnico Gallardo haya decidido quedarse un año más. En nuestro club sólo festejaríamos si nuestro DT decidiera irse ahora mismo. ¿Cómo se llama nuestro DT? Mejor no llamarlo, porque seguro que viene. Para evitarlo nosotros le decimos “Coronavirus”, porque no lo quiere nadie.
Me gustó que Gallardo haya pedido a sus hinchas que cerraran por 30 segundos los ojos e imaginaran que perdieron la final. Los hinchas del Zancadilla no podríamos hacerlo: nos dormiríamos. De aburridos, claro. El nuestro es literalmente el “equipo de los sueños”, por no decir de las pesadillas.
Los hinchas somos muy pacientes, conformistas. Tenemos bien en claro que no tenemos un equipo “con” futuro, sino un equipo “del” futuro: Porque en el presente no le ganamos a nadie.
También leo que el ahora ex delantero de Racing Darío Cvitanich apeló a una frase del Indio Solari para despedirse: 'Así estaba escrito el guión, vos debías ser feliz'. A nuestro delantero, el “Perro” Zangarropo, también lo identificamos con una canción del Indio: “La bestia pop”. Aunque la frase de canción que más lo identifica es una de Palito Ortega: “Ya todos saben que vos sos un caradura”.
La única manera en que un jugador nuestro pueda dedicarle el gol a algún familiar es haciéndolo en contra.
Leo noticias del fútbol internacional y me entero que en la MLS el New York City ganó el campeonato y el DT lo celebró haciendo un striptease. Por lo visto ese día en la cancha, el del árbitro no fue el único pito colgando.
En el fútbol inglés, el Dibu Martínez gambeteó en una baldosa al futbolista Mané. Igualito a nuestro arquero, que se la pasa gambeteando las baldosas (y otro tipo de proyectiles) que le caen de la tribuna cada vez que se manda algún moco. Y eso le suele ocurrir de 4 a 16 veces por partido. No recuerdo el apellido de nuestro arquero. Es que estamos acostumbrados a llamarlo aguarrás: porque de lejos parece solvente.
Y la última: el martes Boca va a jugar con Barcelona por la Copa Maradona Cup en Arabia. Si el partido es homenaje al Diego ¿no debería jugarse en Segurola y Habana?
Mirá qué distintos somos. Nuestro equipo también es un homenaje, pero a “Crónica TV”: porque la mayoría de los titulares son muertos.