La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil comenzó a exigir este lunes el pasaporte sanitario que certifique la vacunación contra el coronavirus en los puestos de frontera y en los aeropuertos a todas las personas que ingresen al país. La medida fue determinada por un fallo de la Corte Suprema y contrariando al presidente Jair Bolsonaro.
En un comunicado, el ente regulador sanitario indicó que la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) era de carácter "inmediato" y "sin plazo de adecuación", por lo que le "exige" a la Anvisa "evaluaciones puntuales" para los casos de los viajeros en tránsito que llegaron antes al país.
La Anvisa, además, indicó que aguarda la reglamentación interministerial en la que varias carteras, como las de Salud, Relaciones Exteriores y Defensa, entre otras, deberán definir las nuevas reglas.
La utilización del pase sanitario ya había sido recomendada por instituciones como la Anvisa, la Defensoría Pública y el Tribunal de Cuentas de la Unión (órgano consultor del Congreso) después de que aparecieran los primeros casos de la variante Ómicron en Brasil, donde ya suman 12 confirmados.
Sin embargo, Bolsonaro rechazó su implementación al alegar que la "libertad" de los individuos debe ser "respetada".
Pero el partido Rede Sustentabilidade llevó una petición ante el Tribunal Supremo para exigir la imposición del pase sanitario. El pedido fue aceptado por el juez Luis Roberto Barroso, a pesar de que el Gobierno alegó que el reciente ataque de "hackers" a la base de datos del Ministerio de Salud impediría implementar la medida, exigió el "cumplimiento" de la misma de forma inmediata.
La semana pasada se había postergado la apertura de la frontera terrestre con Argentina para el 18 de enero por “razones técnicas y logísticas”, según informó el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.
Asimismo, gobernadores de varias ciudades -entre ellas, Río de Janeiro- decidieron suspender las fiestas de fin de año como manera de prevenir el contagio.
Brasil acumula 616.878 muertes y 22.200.953 contagios de coronavirus, que lo confirman como el segundo país con más víctimas mortales en el mundo por la pandemia y el tercero con más casos.