Como cada diciembre, siguiendo la tradición que inaugurase hace poco más de dos décadas, el Pantone Color Institute ha anunciado cuál será el color del año próximo, consagrando a Very Peri como rey del 2022. De propia cosecha, inventado para la ocasión, se trata de “un tono azul violáceo dinámico con un matiz rojo violeta vivificante, que combina la fidelidad y la constancia del azul con la energía y la emoción del rojo”, en las inspiradas palabras del instituto, tenido por autoridad mundial en materia de paletas, de las que beben buena parte de los diseños y creaciones del planeta. Finalmente, recuerdan medios a lo largo y ancho que la elección no es inocua: marca tendencia, sirviendo como fuente de inspiraciones en distintas industrias -la textil, el mundo de la moda, el diseño de interiores, la cosmética, por mencionar unas pocas-. Tampoco se selecciona al tuntún, ojito, que para el vaticinio se reúnen especialistas en pos de contemplar numerosos factores: el estado anímico general, las paletas predominantes en los films más vistos, en pinturas, en los destinos turísticos más concurridos, en nuevas tecnologías, largo el etcétera. Esta vez, analizaron con pelos y señales además “las tendencias en videojuegos, la creciente popularidad del metaverso y de la comunidad artística en el espacio digital”, para así ilustrar “la fusión del mundo físico y el mundo virtual”.

En charla con revista Vogue, han explicado Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del Pantone Color Institute, y Laurie Pressman, vicedirectora, que Very Peri se ajusta como guante de seda a esta época tan peculiar, “idóneo para aceptar la incertidumbre de nuestros días y mantener un optimismo comedido”. “Este color simboliza el futuro”, destaca la dupla, asegurando que infunde “una actitud vivaz y alegre”, inspira “una confianza despreocupada y un espíritu creativo”. Por cierto, si no han apelado a su extenso catálogo, prefiriendo -en cambio- idear un nuevo color por primera vez desde que comenzaron con las coloridas “predicciones”, es porque “ahora tenemos una visión diferente, nueva del mundo”. A su entender, “a medida que la sociedad reconoce los colores como una forma de comunicación fundamental y como una manera de expresar, captar, conectar e influir en ideas y emociones, esta flamante y compleja tonalidad azul fusionada con un rojo violáceo resalta el abanico de posibilidades que se nos presenta”. Y ya está.