“Por nuestra soberanía audiovisual rebelamos las pantallas”, es la consigna bajo la cual la asociación de documentalistas DOCA (Documentalistas Argentinos) celebra su segundo festival, que desde este martes se está llevando a cabo hasta el próximo 22 de diciembre, tanto en forma presencial como online (ver detalles al pie). Al cumplirse 20 años de lo que suele llamarse “la crisis del 2001” y que los miembros de DOCA rebautizan con mayor precisión “el levantamiento de 2001”, el evento contará con un apartado específico dedicado al tema. Consagrado hasta ahora exclusivamente a la producción nacional, por primera vez el festival contará con films extranjeros. A ellos se destina una nueva competencia, que se suma a las seis anteriores (largometrajes nacionales, latinoamericanos, preestrenos de los miembros de DOCA y cortos argentinos, latinoamericanos e internacionales). El festival se realiza con apoyo de la plataforma Impulso Cultural, a través de sus programas BA Audiovisual y Mecenazgo del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y el apoyo de La Manzana de las Luces.
El festival de DOCA mantiene el perfil de esta asociación, que tiene como eje el cine político. Pero en la actualidad lo político se ha ensanchado. La amenaza para el medio ambiente, las políticas de género, la inclusividad, el crecimiento de la desigualdad, el acceso a las nuevas tecnologías, las políticas antiinmigratorias y la defensa de las minorías étnicas, políticas y sexuales son ahora parte de la agenda, y la programación del 2º Festival Internacional de Cine Documental refleja esa multiplicidad de sentidos. El film belga-iraní Ailleurs partout, por ejemplo (Competencia Largometraje Internacional), sigue a través de mensajes de texto, chats, conversaciones telefónicas y un informe de la oficina de inmigración el derrotero de un joven iraní que huye a Grecia y solicita desde allí asilo político a Inglaterra. En la misma sección, The Village Resists, que transcurre poco antes de la realización de la Copa del Mundo en Brasil, da cuenta de la resistencia de miembros de la comunidad indígena Aldeia Maracaná, que como su nombre lo indica son vecinos del mayor estadio brasileño, y lo consideran parte de su territorio.
Stalking Chernobyl lleva al espectador frente al paisaje actual de la zona del desastre, mezcla de flora salvaje, turismo y caminatas deportivas. A Virxe Roza recupera la figura de una muchacha que tuvo participación política en la Segunda República española, llamada “La Virgen Roja” por sus tendencias políticas y su condición sexual. Condenadas en Gaza (Competencia de Cortometraje Internacional, 42 minutos) cuenta la historia de varias mujeres palestinas enfermas de cáncer, a quienes por vivir en la Franja se les niega acceso al tratamiento. Mal vecino (Competencia Largometrajes Latinoamericanos) trata sobre la movilización de pobladores de la región central de Chile, donde una empresa dedicada a la faena y exportación de carne de cerdos, decide instalar un mega plantel criador de porcinos. ¿Suena conocido? Del mismo origen, Simbiosis y Sentido y razón (Competencia Cortometrajes Latinoamericanos) abordan distintos aspectos del levantamiento chileno de 2019.
El camino de Martin Negri, de Leandro Aparicio (Competencia Largometrajes Nacionales), transcurre en 2011 y narra la situación de persecución a la que es sometido un controlador ambiental, que tiene a su cargo la supervisión del Polo Petroquímico de Ingeniero White. En la misma sección se verá Salir de puta, donde la debutante Sofía Rocha aborda de forma poliédrica la vida y política de las trabajadores sexuales. Los niños de Dios, de Martín Farina, también es parte de la sección de Largometrajes Nacionales y cuenta la historia de dos hermanos, criados en los años 70 en el seno de una secta religiosa.
En el apartado “Películas DOCA” podrán verse algunos films estrenados este año en condiciones desventajosas (La Sesenta, Caperucita Roja, El ritual del alcaucil, Fidel niño valiente) y catorce en calidad de preestreno. Entre estos convendrá prestar atención a El largo viaje de Alejandro Bordón, de Marcelo Goyeneche, que narra, en formato de docuficción, un caso de maltrato policial y prisión de un inocente, ocurrido en Buenos Aires en 2010. Otros preestrenos son ¿Es el Reino Unido inocente? Las vidas negras importan, que investiga la historia británica en su carácter de país que más esclavos de países africanos traficó en la historia, y Los 90, autorretrato de una época, donde el realizador Sebastián Deus revisa su pasado militante durante esa década, tras descubrir documentos personales que creía perdidos. En la Competencia Cortometrajes Argentinos, Joaquín mi primón narra el crecimiento a lo largo de dos años de un chico con síndrome de Down, mientras que ESI, un derecho en disputa, presenta testimonios a favor y en contra de la ley de educación sexual que rige en Argentina. En la misma sección, Próceres recuerda una historia silenciada, la de la selección argentina de fútbol femenino que representó al país en el Mundial de México de la categoría.
- Las salas de proyección del 2º Festival Internacional de documentales DOCA son el Centro Cultural San Martín, la Casa de la Lectura, la Manzana de las Luces y el Auditorio ATE. El precio de las entradas es, en todos los casos, de $ 100, con un descuento del 50 % para estudiantes y jubilados. Las películas estarán online en http://docacine.com.ar/wpress, donde se puede ampliar la información sobre lugares, días y horarios de las funciones presenciales.