El Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) dispuso la faena de los 130 animales vacunos decomisados hace una asemana en el cruce entre de las rutas nacionales 81 y 34 tras detectar que eran trasladados con documentación falsificada.

Según informó el director del NOA del organismo, Jorge Cabral, este es el segundo operativo de este tipo que realizan en el año, con secuestro de una cantidad importante de animales. 

Los ganaderos Cristian Samite, quien tiene campos en la localidad de San Martín, en la provincia del Chaco, y su Rubén Samite, con campos en Formosa, ambos de la empresa Agrocomercial Andresa SRL, con sede fiscal en Corrientes, denunciaron que compraron estos animales por un monto de $4.537.350 y que fueron estafados por el productor agropecuario de Metán, Guillermo Scaraffía, quien les habría emitido documentación adulterada. 

En la causa interviene el fiscal penal de Rosario de la Frontera, Oscar López Ibarra, quien citó a las partes a una mediación hoy en esta última localidad del sur salteño. Así lo informó el Ministerio Público Fiscal de Salta. El organismo añadió la causa está en averiguación preliminar y resta todavía por definir si la competencia es provincial o federal. Entre las medidas dispuestas por el fiscal, hubo pedidos de informes al Senasa.  

Por otro lado, el director del centro regional del NOA del Senasa explicó a Salta/12 que la irregularidad fue detectada en el puesto de control ubicado en el paraje Senda Hachada, en el extremo norte salteño. “Se detiene un camión que venía con hacienda con documento de tránsito de animales en pie y cuando nuestro personal observa el DTE (Documento de Tránsito Electrónico) encuentra irregularidades”, señaló el funcionario. Dijo que el DTE había vencido en 2020.

El funcionario aseguró que desde el organismo siguieron la normativa vigente y que sus acciones están acreditadas mediante actas: "la normativa marca que tenemos que hacer esto (...). Generalmente estas son las medidas que se deben tomar", aseguró. Dijo que hicieron un acta de interdicción mediante la cual deja de ser responsable el transportista y el Estado se hace cargo de la carga. Luego tomó intervención el área de sanidad animal del Senasa y los animales fueron trasladados al Frigorífico Bermejo.  Cabral añadió que luego se hace cargo el área de inocuidad del Senasa. "Nosotros todo lo que hacemos lo reflejamos con documentos, fotos, filmaciones, todo está documentado", insistió.  

Salud pública 

Cabral dijo que el lunes último se faenó "un poco más de la mitad" de los animales secuestrados y "mañana (por hoy, sería faenado) el resto". Precisó que más de 30 terneritos aún no destetados fueron sacrificados y sus restos fueron eliminados en un digestor, "al no conocerse la situación sanitaria y no poder determinarse" si eran aptos para el consumo. 

El funcionario aseguró que la carne del resto de animales que es comestible para humanos va a las cámaras de frío y luego lo más probable es que la rematen y ese dinero va al tesoro de la Nación. Por ahora explicó que los análisis clínicos hechos a la carne indica que es apta pero restan otros estudios. "No hace mucho tiempo eliminamos 300 medias reces que iban para exportación" debido a que si bien en la observación clínica estaban bien, luego determinaron que "tenían parasitosis de algunas enfermedades". "Es preferible esto que tener un daño sanitario. En 2003 hubo un foco de aftosa en Tartagal, se cerraron frigoríficos de Salta, Jujuy, Chaco y Formosa, esto provocó una pérdida tremanda para la región y para el país", manifestó.

"Trabajamos la cuestión sanitaria", enfatizó el funcionario y dijo que es una cuestión de salud pública. "El riesgo sanitario es altísimo y la falta es gravísima. Esto empieza con esta situación y continúa con una investigación de campo", señaló. Consideró además que quien movió estos animales "seguramente tiene un stock". 

Cabral agregó que una vez que finalicen la faena, es probable que se haga una denuncia penal federal, atendiendo al tipo de documento usado porque se trata de un DTE apócrifo que tiene origen en Nueva Esperanza, en el departamento Pellegrini de Santiago del Estero, pero los animales fueron cargados en Rosario de la Frontera, en Salta. "Es un documento reutilizado para hacer este tránsito", sostuvo.

"Estos operativos, ocurren cada tanto. Es el segundo de estas dimensiones", señaló. En general, los decomisos o secuestros son en transportes más pequeños. Por ejemplo, en esta época "aumenta el tránsito de productos que no se mueven durante todo el año: cabritos, corderitos, cerdos. Aparece a lo mejor una mayor comercialización, puede que por eso se hagan más actas de constatación y se encuentren más situaciones irregulares, mucho más en pequeñas cantidades". 

El funcionario dijo que los productores ganaderos saben como deben comercializar, que deben regularizar la vacunación, y sacar los DTE para los animales. Consideró que cuando ocurren probablemente tengan que ver con que haya quienes vean un negocio que se acrecenta no cumpliendo con normativas, pero indicó que esto es "malísimo" porque si esas irregularidades se detectan, como pasó ahora, quienes llevaban a cabo el transporte ilegal pierden todo. 

Además, Cabral destacó que por el hecho de que la provincia tiene fronteras internacionales con Chile, Bolivia y Paraguay, deben extremar los controles, por la cuestión sanitaria.  "Hay presión para que los productos argentinos sean comercializados en Bolivia, es una situación que hay que atender", sostuvo. Dijo que en otra época la presión era de Bolivia para vender en Argentina porque el peso era alto y valía mucho y "hoy la presión es al revés".