El femicida Fabián Tablado, que recuperó la libertad este mediodía tras regresar a la cárcel por haber violado restricciones de acercamiento a sus hijas, las mellizas que tuvo con Roxana Villarejos, y al padre de su víctima, debe usar tobillera electrónica por orden judicial. La decisión del Juzgado de Familia 5 de San Isidro busca monitorear los movimientos de Tablado y asegurarse de que no se acerque a Edgardo, padre de Carolina Aló, la adolescente a quien el hombre asesinó de 113 puñaladas en mayo de 1996.

El juzgado que dispuso el monitoreo ordenó a la Municipalidad de Tigre que arbitre los medios necesarios para otorgar e instalar "dispositivos duales" de pulsera electrónica a Tablado para que se pueda cumplir con la nueva orden de restricción perimetral. La medida le impide a Tablado, de 45 años, acercarse a menos de 500 metros del domicilio particular y el laboral de Edgardo Aló por un período de 120 días.

El seguimiento de movimientos sólo afecta a Tablado, mientras que Aló tendrá instalada una aplicación en un celular que lo alertará en caso de que se encuentren a menos de 500 metros.

Tablado puede salir de su casa, porque cumplió sus condenas, pero el dispositivo se activará si detecta que está violando el rango de la perimetral con su exsuegro, que vive en San Fernando y trabaja en Tigre. 

Un sucesión de entradas y salidas

El último fallo que lo condenó ya estipulaba que a Tablado se le dé por concluida la condena el 15 de diciembre, a las 12 del mediodía, la hora en que se espera que abandone las instalaciones de la Unidad 46 de José León Suárez.

Más allá de alguna salida transitoria que en alguna oportunidad tuvo, pero que le fue revocada, Tablado pasó más de la mitad de su vida encarcelado por las tres condenas que tuvo a lo largo de sus actuales 45 años.

Desde que cometió el femicidio, el 27 de mayo de 1996, y hasta el 28 de febrero de 2020, cuando se dio por concluida esa condena y salió del penal de Campana, estuvo 23 años, nueve meses y un día preso. En aquella oportunidad estuvo en libertad nueve meses y 18 días, durante los cuales vivió con sus padres, en la misma casa de Tigre donde llevó adelante el crimen.

Volvió a ser detenido el 16 de diciembre de 2020, a raíz de la denuncia que el padre de Carolina hizo al enterarse que el 19 de octubre de ese año Tablado pasó caminando junto a sus hijas mellizas -de quienes también lo distanciaba una perimetral-, a 150 metros de su lugar de trabajo en Tigre, lo que fue confirmado por videos de cámaras de seguridad.

El juicio se hizo el 9 de noviembre y el juez en lo Correccional 6 de San Isidro, Hernán Sergio Archelli, condenó a Tablado por el delito "desobediencia reiterada" (dos hechos, por violar la perimetral), a un año de prisión efectiva y lo declaró reincidente.

Un femicidio antes de la figura de femicidio


Carolina Aló tenía 17 años y estaba de novia con Tablado, por entonces de 20 años. Iban juntos a la nocturna de la Escuela 1 Marcos Sastre de Tigre. Luego de una discusión, Tablado persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa -escaleras, cocina y garaje- y la mató de 113 puñaladas, aplicadas con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa Tramontina y un formón de carpintería.

El juicio se realizó en 1998. Como en aquella época no existía la figura del "femicidio", para intentar lograr una prisión perpetua la fiscalía y la querella acusaron a Tablado de homicidio agravado por alevosía. Sin embargo, la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro lo condenó  a 24 años por "homicidio simple", con lo que Tablado evitó la perpetua.