Muchos analistas estiman que se trata del mejor tirador de todos los tiempos, y Stephen Curry consiguió en la noche del martes una marca que refleja esa consideración: el base de Golden State se convirtió en el máximo triplero de la historia de la NBA al superar el récord histórico de Ray Allen.
Cuando se inició el partido que su equipo le ganó 115-96 como visitante a New York Knicks en el Madison Square Garden, Curry estaba a dos aciertos de superar el registro de Allen, que se retiró en 2014 cuando jugaba para los Miami Heat con 2.973 triples a lo largo de su carrera (la estadística no contempla los números de playoffs, sólo de temporada regular).
En medio de la expectativa en el escenario más emblemático de la NBA, Curry estaba ansioso por quitarse de encima la presión de superar a Allen. Por eso, al minuto de comenzar el juego tomó su primer tiro, un triple que ejecutó a la perfección. Entonces, el base de los Warriors mostró su satisfacción por igualar el récord de Allen. En la siguiente posesión, Curry intentó el triple que lo dejaría con el récord en soledad, pero la pelota se negó a entrar. No lo volvería a intentar hasta tres minutos después. Y esta vez fue la definitiva. "Fue un momento especial que recordaré toda mi vida", sentenció el tres veces MVP de la competencia tras el partido, donde acertó 5 de 14 intentos de larga distancia.
Tan pronto como subió el marcador, Golden State cometió una falta intencional y solicitó un tiempo muerto para que el astro pudiese ser felicitado por todo el equipo así como por su padre, el exjugador Dell Curry. Padre e hijo se abrazaron sobre la pista, y el base de los Warriors le entregó la pelota con la que había batido el récord. Una pelota que ahora tiene un valor incalculable.
Luego recibió el abrazo de Ray Allen, mientras que Reggie Miller -tercero entre los máximos tripleros de la historia y ahora comentarista televisivo- filmaba todo desde su celular, como para darle el real significado que tenía ese momento para los presentes en el mítico estadio neoyorquino.
La nueva marca aumenta la dimensión de Curry como uno de los grandes jugadores de toda la historia de la NBA, el jugador que cambió la forma en que los equipos plantean los partidos por su capacidad para anotar desde larga distancia, a veces incluso desde el logo central de la cancha.
"No quería llamarme el mejor tirador hasta que tuviese este récord. Ahora me siento cómodo diciéndolo", expresó Curry, que dejó en claro que quiere aumentar sus números para mantener ese récord para siempre. "Estoy orgulloso de tirar un alto porcentaje, me da orgullo que eso nos permita ganar partidos, y ahora me puedo sentir orgulloso de la longevidad de llegar a ese número que Ray estableció y que espero empujar a un número que nadie pueda alcanzar. Vamos a ver qué pasa", remarcó Curry, que celebró además por la manera en la que el público acompañó su marca. "Aprecio cómo los aficionados se sumaron al momento y me permitieron que lo disfrutase", afirmó.
Curry, de 33 años, anotó su primer triple en la NBA el 30 de octubre de 2009 y superó el número de triples de Allen en 789 partidos y cuenta ya está en 2.977, con garantía de estirarse cada noche un poco más. Allen, que se retiró en 2014, necesitó 1.300 encuentros para alcanzar 2.973 triples, mientras que Reggie Miller, el tercero en listado, consiguió 2.560 aciertos en 1.389 partidos. En ese listado, el bahiense Manu Ginóbili se ubica 41º con 1.495 triples en 1.057 juegos.