Fiorella, Yanina, Priscila, Luciana y Victoria son las primeras cinco maleteras de la cooperativa de trabajadores y trabajadoras que realiza la carga y descarga de equipaje en la terminal de ómnibus Mariano Moreno. El rubro funciona hace 71 años en la estación y hasta ayer solo se desempeñaban varones. Además de ser pioneras en Rosario, las mujeres son las primeras maleteras del país y de Sudamérica, aseguraron. La novedad llega poco después de que el Concejo Municipal aprobó la ordenanza que reconoce y regula la actividad laboral de quienes se desempeñan en ese rubro, en la terminal de colectivos de larga distancia. "Nosotras también somos parte", celebró Priscila, en diálogo con este diario. "La gente nos felicita y lo recibe muy bien", agregó Fiorella.
Las cinco jóvenes de entre 18 y 26 años que comienzan a trabajar en tres turnos, son familiares de maleteros, muchos de ellos con más de 30 años en el rubro. Algunas de ellas estaban desocupadas y vieron la oportunidad de sumarse a la tarea que históricamente desempeñaron varones. Hoy, en la cooperativa son 58 varones y cinco mujeres.
"Muchas personas que llegaban o se iban y necesitaban cargar o descargar equipaje iban directo a mi compañero, y él les decía que se dirijan a mí también. Será hasta que la gente se acostumbre y vea que nosotras también somos parte", dijo la joven que se desempeñó en el cuidado de niñes y en un supermercado. "Esta es una experiencia totalmente diferente", aseguró.
La joven celebró que "esto salió de la misma cooperativa como iniciativa, y se propuso que primeramente se incorporen mujeres familiares de maleteros. En mi caso son mi papá y mi hermano", señaló.
Fiorella, tiene 26 años y dos hijos. "Es algo nuevo para nosotras y para los compañeros, muchos de los cuales llevan una vida trabajando ahí. Para los pasajeros también es nuevo, les gusta y tiene buena aceptación. Hoy (por ayer) estuvimos practicando y muchas personas nos felicitaron. Tenía que pasar esto", aseguró la mujer.
Yanina también es madre. Tiene un nene de 7 años. "Hace cuatro años me separé y tuve que empezar de cero", relató. Primero trabajó como doméstica y muchas veces tuvo que llevar a su niño con ella. También trabajó en un super. "Está bueno que las mujeres tengamos este tipo de trabajo. Muchas pasajeras nos decían 'qué bueno', nos felicitaban, estaban contentas", dijo sobre la devolución.
La ordenanza de regulación del rubro se aprobó este mes, motorizada por el exconcejal Eduardo Toniolli -ahora diputado nacional- y la edila Norma López, quien celebró que se sumen maleteras. “Sumar mujeres en todos los ámbitos es generar más trabajo y más igualdad. Seguramente la mirada de las trabajadoras maleteras mejorará las condiciones laborales e incidirá en la mirada de la sociedad frente a este tipo de trabajo, que muchas veces es negativa”, afirmó.
José Luis Donato, presidente de la Cooperativa de Maleteros y Maleteras, agregó: “Estamos muy contentos y orgullosos. Había que incorporar mujeres en un servicio que solo lo hacían los hombres. Vamos a profesionalizarnos, los maleteros y maleteras harán cursos de idioma, primeros auxilios y se capacitarán para actuar frente a situaciones de violencia de género”.