El abogado Gregorio Dalbón advirtió este miércoles por el “racismo estructural” en la policía después de los crímenes de Luciano Olivera en la ciudad de balnearia de Miramar y de Lucas González en el barrio porteño de Barracas y bregó por el cuidado de la democracia frente a los constantes actos discriminatorios y los discursos de odio que penetran en la sociedad. “En ambos casos encuentro la problemática del racismo estructural… morochito, visera, gorrito… el odio y el racismo se dan en ambos casos y la verdad que esto no puede ser. Estas situaciones tenemos que verlas y cambiarlas”, pidió el letrado, que representa legalmente a las familias de ambos adolescentes asesinados a manos de las fuerzas de seguridad.

Para Dalbón, no se puede tolerar que en Argentina “por portación de caras te paren para pedir el documento”. “Estamos en democracia, y sin importar si es la democracia del peronismo o del macrismo o de los radicales o liberales, no puede ser que te pidan el DNI porque tenés la piel de color oscuro. Eso se llama racismo estructural”, insistió, en su paso por los Tribunales de Mar del Plata, donde dialogó con Página/12 y otros medios.

El letrado confesó que tomó nota de esta problemática social a partir del impactante crimen de George Floyd, el hombre de 46 años que en mayo del 2020 perdió la vida después de que un policía lo asfixiara en plena vía pública presionando con su rodilla el cuello del afroestadounidense contra el pavimento durante casi diez minutos. “A mí eso me puso muy dentro de lo que es la violencia institucional y el racismo”, aseguró.

Inclusive, Dalbón dijo que el caso de Estados Unidos marca una “jurisprudencia” de que los asesinatos de Olivera y González tampoco son una “casualidad” en el país. Es que ambos hechos también fueron perpetrados por la policía: en el caso de Miramar, fue la Bonaerense mientras que en el caso de Barracas la responsabilidad recae sobre distintos integrantes de la Policía de la Ciudad. “Estamos ante una situación realmente muy fuerte, de dos chicos que eran inocentes y que les cortaron todas las posibilidades de estudiar, de trabajar, de soñar, y de jugar al fútbol. Espero poder estar a la altura de las circunstancias y que la Justicia también lo esté”, manifestó.

El letrado adelantó que el enfoque del “racismo estructural” será uno de los ejes que intentará imponer en el debate oral que a futuro se desarrollará por el crimen de Lucas González. “En democracia y antes de la dictadura militar, el caso de Lucas marca un precedente”, sostuvo.

Junto a Judit y Franco -la mamá y el padrastro de Luciano Olivera- Dalbón llegó a la ciudad balnearia para presentarse ante el titular del Juzgado de Garantías N°5, Gabriel Bombini, y ser incorporado como representante legal del particular damnificado. Sorprendió el pedido de apartamiento de la Comisión Provincial por la Memoria, en su rol de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, y de la Subsecretaría de DD.HH.

Más detenciones

Al profundizar sobre la posibilidad de que otros policías queden detenidos por el crimen, Dalbón no lo puso en duda porque “a medida que declaran los efectivos ellos mismos los van nombrando”. “Todos los que estuvieron en el lugar habrán visto cómo le dejaron el brazo a la mamá de Luciano, habrán visto que le decían que fue un accidente, y habrán escuchado que se reían y la cargaban”, indicó.

De todos modos, evitó dar una precisión respecto de las imputaciones a los agentes que estuvieron presentes en la escena del crimen de Miramar. “Puede haber incumplimiento de deberes de funcionario público y varios delitos. Pero vamos paso a paso. Lo importante en este tipo de casos son los primeros días, y este hecho como el de Lucas González están esclarecidos”, garantizó.

Imágenes determinantes

Si bien la fiscal Caro ya tiene en manos algunas imágenes contundentes respecto de las circunstancias del asesinato de Olivera, el abogado mostró expectativas de que en las próximas horas la fiscalía pueda contar con más medidas de prueba que aporten otros elementos de reconstrucción.

“Creo que hoy mismo la fiscal va a tener esas medidas sobre su escritorio”, confió, y agregó: “La persecución no solo radica en lo que se ve en los videos caseros; hay un montón de otras cámaras secuestradas, y esperamos tener ahí algún tipo de vislumbramiento hacia la verdad”.

Uno de los elementos esenciales para Dalbón es la obtención de los registros de algunas de las cámaras de los patrulleros que estuvieron presentes en la trágica madrugada de Miramar. “Si alguna cámara funciona, no solo vamos a tener una visualización del hecho concreto sino que vamos a tener un sonido importante en relación a las conversaciones que se hicieron al momento del hecho”, graficó.

A pocas horas de cumplirse una semana del crimen del adolescente de 16 años, en la causa solamente está detenido en la Unidad Penal N°44 de Batán Maximiliano González, el oficial de 25 años que gatilló contra Olivera, y al cual se le imputa el delito de “homicidio agravado por ser funcionario policial”, que tiene una pena en expectativa a cadena perpetua.