La interna radical sigue sumando episodios. En este caso, se pasó para más adelante la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio en la que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, había prometido públicamente pedirle explicaciones al jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, por la ruptura del bloque de la UCR. Morales aseguró que Larreta estaba detrás de esa ruptura, incluso lo acusó de comprar voluntades, por lo que no parecía que fuera a ser una reunión sencilla. El hecho de que se convocara a una sesión en la Cámara de Diputados para tratar el Presupuesto 2022 fue la excusa perfecta para pasar la reunión para después de la elección del nuevo presidente de la UCR, prevista para este viernes. Por ahora, sigue sin definirse si Martín Lousteau enfrentará a Morales, que es el candidato puesto para presidir el partido.
Hace más de una semana que el gobernador de Jujuy viene acusando a Larreta de estar detrás de la ruptura del bloque de diputados de la UCR, que terminó con doce legisladores en un nuevo bloque comandado por Rodrigo De Loredo y con una reunión explosiva (literalmente, Morales hizo estallar un vaso contra la mesa, y las esquirlas le llegaron al gobernador de Mendoza, Rodoldo Suárez). Después de eso, Morales dijo que en la próxima reunión de Juntos por el Cambio le iba a recriminar a Larreta que hubiera roto la bancada radical y le iba a pedir explicaciones por los diputados que --según Morales-- recibieron ofertas de tener más apariciones en medios que reciben pauta del gobierno porteño. La reunión se postergó milagrosamente para después de las elecciones de la conducción de la UCR.
El motivo oficial fue la sesión de Diputados en la que se tratará el próximo presupuesto nacional. "Nos complicaba juntarnos", dijeron desde la cúpula opositora. No deja de ser una casualidad beneficiosa para quienes no querían que la tensión que hay actualmente en el radicalismo se trasladara a toda la coalición. Casi se podría decir que Morales tenía un vaso preparado para Larreta. Habrá que ver si los ánimos se calman para la semana que viene, cuando probablemente se vean las caras.
Mientras tanto, el actual titular de la UCR, Alfredo Cornejo, sigue buscando que haya una lista de unidad y evitar así la carnicería que podría ser el encuentro del viernes, donde el sector de Lousteau y de Emiliano Yacobitti podría impugnar la elección. Pero, según reconocen los negociadores, Morales no ayuda ni un poco a que haya unidad. De hecho, el gobernador de Jujuy se dedicó a tratar públicamente a sus adversarios internos de "empleados de Larreta". También los acusó de hacerle daño a radicalismo. Y ya que estamos, dejaron trascender críticas a Cornejo mientras intenta armar la lista de unidad. También lo señalaron como el organizador de la reunión que terminó mal entre Lousteau y Morales. "La voluntad para acordar por parte de Alfredo está, pero no por parte de Morales", resumen en el entorno del actual presidente del partido.
Morales, mientras tanto, ya se siente su sucesor: sostiene que maneja más de 60 delegados de los 96 que elegirán al futuro presidente de la UCR. Tiene cerrados acuerdos con los otros gobernadores y no siente que necesite negociar nada con Lousteau. Por eso, se permite dejar trascendidos que directamente cuestionan la estrategia de una lista de unidad. Y a Cornejo. Desde el sector de Lousteau tampoco se muestran muy entusiasmados: lo ven como un intento para encolumnar a todos detrás de Morales.
Hasta ahora, Lousteau no mostró sus cartas: se dice que su espacio competirá con algún candidato, pero el senador no confirmó si se enfrentará a Morales. Sí hubo señalamientos legales sobre los distritos que están intervenidos y quedó abierta la puerta a que toda la elección se judicialice. De hecho, el antecedente de hace pocos días en la elección de la presidenta de la Juventud Radical (donde le quitaron la conducción después de décadas al sector de Yacobitti para dársela a un aliado de Morales) no augura nada bueno: la elección terminó con golpes y empujones y sin que reconocieran el resultado. De hecho, plantean que se debe volver a hacer.
Quedan menos de dos días para la elección de las nuevas autoridades de la UCR. Si bien es sabido que los radicales aman las internas, hace tiempo que no le ponían tanto dramatismo. El acuerdo entre los sectores enfrentados parece más lejano que nunca, por lo que es posible que haya una o dos candidaturas, o una votación que luego quede judicalizada. Todo está por verse.
El retiro espiritual
Mientras tanto, el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, convocó este miércoles a sus funcionarios a un retiro espiritual en Luján. En el encuentro, el mandatario --que pondrá el año que viene en marcha su plan para ser presidente-- conversará sobre lo que fue 2021 y las proyecciones para 2022 con sus ministros, ministras y secretarios. Se trata de una práctica empresarial que existe en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde la época de Mauricio Macri, con charlas motivacionales y distintos encuentros. De hecho, muchos de los funcionarios tenían previsto quedarse a pasar la noche en el predio elegido en Luján, como hacían los del gabinete nacional en épocas de Macri en Chapadmadal.