La golpiza con la fue reprimido Ricardo Cavalli, el repartidor que estaba mal estacionado en Mitre al 900 y que fue multado por un grupo de inspectores de tránsito, develó un mal que todavía permanece oculto en la fuerza: el consumo de algún estupefaciente. Es que uno de los agentes del Brigada Motorizada que actuó violentamente contra esta persona, dio positivo en el test de narcolemia, lo que denotó que había consumido cocaína. La brutal respuesta frente a la negativa de Cavalli de mostrar su documento, fue justificada anoche por la jefa de la policía santafesina Emilce Chimenti. "Nada de esto hubiera ocurrido si esta persona mostraba su documento y no se resistía" argumento la jefa policial. De todos modos también reconoció que el policía que había consumido cocaína -identificado como Ismael V. - será pasado a disponibilidad. En principio, por la situación del narcotest, más allá de su proceder en el arresto del repartidor.
El infierno que vivo este hombre de 37 años comenzó el martes después del mediodía y duró 12 horas, dese que fuera multado por tres agentes de tránsito, con quienes discutió tras lo cual llamaron a la policía. Entre dos agentes lo redujeron, lo golpearon, intentaron estrangularlo, según se ve en las imágenes captadas por vecinos. Pero todo no terminó allí, sino que dentro de la comisaría segunda de Paraguay al 1100 siguió siendo golpeado por los mismos uniformados, según denunció ayer. Desde allí se retiró recién en la madrugada del miércoles y con una causa penal. Es que al repartidor se le formó una causa por resistencia a la autoridad y amenazas que lleva la Unidad Fiscal de Flagrancia, indicaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para aclarar que el personal de la División Judiciales está llevando a cabo medidas sobre el accionar policial.
Cavalli no tuvo problemas en enfrentar ayer a las cámaras de los canales y los micrófonos de radios y diarios, que quisieron saber su versión de los hechos : “Hay una contradicción, porque me golpearon y me detuvieron por cosas que son falsas y nada es muy claro”.
Sabrina, su pareja, relató que “cuando la Policía lo tiene en el piso a mi marido se le cayó el celular y un comerciante recogió el teléfono y se comunicó conmigo. Tenemos dos hijos, de 5 y 11 años. La niña, más grande, lloraba desconsoladamente, nunca había visto a su papá golpeado”, indicó. La furia de los vecinos que fueron testigos de la situación, y que les remarcaban a los policías que el hombre se estaba poniendo azul, fue tal que cruzaron dos contenedores de residuos en la calle Mitre para impedir que los móviles policiales que se llevaban a Ricardo aprehendido se fueran del lugar. Finalmente, una camioneta de la fuerza de seguridad salió en reversa hacia la seccional 2ª, ubicada en Paraguay y Mendoza, todo en el microcentro de Rosario.
Hay grabaciones por parte de Ricardo y también han circulado videos de otros testigos donde se puede visualizar la reducción por parte de los efectivos policiales. Ricardo contó que en un momento, porque confesó que no podía ver bien, llegó un médico que cree que era del Sies, pero por lo visto por alguna razón llegó al lugar, lo observó, pero no examinó.
Según Sabrina, a su marido lo liberaron cerca de las 3.30 de ayer, cuando había ingresado a las 18.30 del martes en la seccional. Antes pasó por Medicina Legal y por el Hospital Provincial debido a las contusiones y hematomas que presentaba. “Tengo heridas en todo el cuerpo, un ojo negro por fuera y rojo dentro, hematomas en las rodillas, mi voz no está normal, quedó sensible porque me estaban estrangulando, no tenía aire”, señaló.
De acuerdo con el parte oficial que envió el departamento de prensa de la Unidad Regional II, la causa por resistencia a la autoridad y las amenazas se inició tras “la declaración radicada por personal de tránsito municipal donde el conductor de un vehículo Renault Kangoo intentó escapar tirándole el vehículo encima luego de que se le fuera a labrar un acta. Después, amenazó empujó e insultó a los policías que se encontraban en el lugar para posteriormente resistirse a su demora”.
En tanto, desde el MPA indicaron que interviene la Unidad de Flagrancia que investiga los dichos de los inspectores y policías que indicaron que el repartidor se resistió a entregar la documentación del vehículo.