Mauricio Macri emprendió su regreso a la Argentina tras su visita a Japón. En su última jornada en ese país, el Presidentei y su esposa Juliana Awada fueron recibidos por el emperador Akihito y la emperatriz Michiko en el Palacio Imperial de Tokio. También visitaron, junto a su comitiva, el santuario Meiji, donde saludaron al monje principal y participaron de rituales sintoístas; y saludaron a un grupo de chicos en la puerta del hotel donde se hospedaron.
La parte más importante del periplo japonés fue el encuentro ayer con el primer ministro Shinzo Abe, en el que buscó fortalecer el vínculo bilateral y atraer inversiones. Algo que también se expresó en las etapas previas de la gira, en China y Emiratos Árabes Unidos.
“Es difícil que ustedes encuentren un país, en el mundo, con la potencialidad de crecimiento que tiene la Argentina", llegó a decir Macri ante empresarios japoneses en Tokio para tentarlos a invertir. “Nosotros estamos abiertos a ayudar a que las empresas japonesas tengan las mejores condiciones para que inviertan”, agregó en el encuentro celebrado en el Hotel Prince Park Tower de la capital japonesa. Y reafirmó la vocación de ser “supermercado del mundo”. Por su parte, Abe se refirió a la Argentina como "locomotora en el continente sudamericano".
En la comitiva, junto a Macri, su esposa y su hija, viajaron los ministros de Relaciones Exteriores Susana Malcorra; de Agroindustria, Ricardo Buryaile ; de Transporte, Guillermo Dietrich; de Energía y Minería, Juan José Aranguren; de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman; de Producción, Francisco Cabrera; y de Finanzas, Luis Caputo. Y tres gobernadores: el rionegrino Alberto Weretilneck; el sanjuanino Sergio Uñac; y el jujeño Gerardo Morales.