La Cámara Nacional de Apelaciones rechazó la recusación del juez que investiga el crimen de Lucas González, el adolescente baleado en Barracas por integrantes de la Policía de la Ciudad de civil 17 de noviembre, que había sido solicitada por la defensa de cinco de los seis policías imputados de encubrir el homicidio. Como respuesta a esa resolución, el abogado defensor Fernando Sicilia presentó una nueva recusación, esta vez para pedir el apartamiento del fiscal que investiga el caso, Leonel Gómez Barbella, a quien le cuestiona por no hacer lugar a los distintos pedidos que realiza la defensa y acusa de estar "pintado al óleo”. El nuevo planteo fue presentado ante el juez en lo Criminal y Correccional 7, Martín Del Viso, quien deberá resolver si hace lugar al pedido.

En un fallo de cuatro páginas, la sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones rechazó el planteo del abogado Sicilia, defensor de los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el inspector Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña; y quien había pedido que el juez Del Viso sea apartado de la investigación al considerar que actúa con "parcialidad".

Por su parte, el camarista Pablo Lucero sostuvo que "la mera circunstancia que se hayan llevado a cabo actos procesales en sentido contrario a lo requerido por las partes, no configura un cuadro indicador de los vicios invocados, ni el menoscabo a garantía constitucional alguna”. Para el magistrado, "el acierto o desacierto en la toma de decisiones no permite aplicar la solución procurada”.

"Estos planteos son típicos manotazos de ahogado en casos tan probados y policiales como el de Lucas González. Ya fue rechazado por el juez Del Viso y la Sala IV confirmará", había asegurado a través de su cuenta de Twitter el querellante, Gregorio Dalbón. El abogado aseguró que confía que en las próximas horas el juez se expida sobre el pedido de detención para otros ocho policías investigados por encubrimiento, que fue presentado el fin de semana pasado por el fiscal.

El martes, Del Viso procesó con prisión preventiva a Romero, Du Santos, Roberto Inca, Cuevas, Fariña y Lorena Miño, integrantes de la Comisaría Vecinal 4D. A todos ellos los considera coautores de los delitos de "falsedad ideológica, falso testimonio y encubrimiento agravado en concurso ideal", a su vez en concurso real con "privación ilegal de la libertad agravada y porque en desempeño de un acto de servicio cometieron vejaciones contra las personas que se detuvieron”.

Además, a Miño, Fariña, Cuevas e Inca los procesó por falso testimonio, ya que declararon como testigos el sumario que inició la Policía Federal Argentina (PFA) una vez que se apartó a los de la Ciudad de la pesquisa.

La principal hipótesis que manejan los investigadores judiciales es que la escena del crimen fue adulterada por los policías porteños para hacer pasar el caso de "gatillo fácil" como enfrentamiento.

Aún está pendiente un pedido de detención para otros ochos policías, que alcanza a un comisario inspector, un comisario, un subcomisario, dos principales, un oficial mayor, un oficial primero y un oficial.

Según las pruebas reunidas por Gómez Barbella, a estos efectivos se les atribuye "haber hecho insertar datos falsos en las actuaciones labradas" por la PFA, como así también las "privaciones ilegales de la libertad" a los tres sobrevivientes y la "alteración" de los rastros y pruebas”. A su vez, hay otros tres policías porteños, Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi, que también fueron procesados con prisión preventiva por el homicidio calificado de Lucas, luego de que el juez Del Viso, a pedido del fiscal Gómez Barbella, consideró que procedieron de forma "arbitraria, irracional e ilegal" y que luego "urdieron una trama para tergiversar los hechos”.

El hecho sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre, cuando Lucas y sus amigos salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo del Volkswagen Suran del padre de uno de ellos y se detuvieron en un kiosco situado en Iriarte y Luna, para comprar un jugo. Luego, fueron interceptados por un auto de la Brigada de Investigaciones sin patente ni indicaciones de ser policial.