La propuesta es novedosa y a la vez se cae de madura: un festival exclusivamente de cumbia en territorio porteño. A los conocidos festivales de rock, música electrónica o trap a los que nos tiene acostumbrada la ciudad de Buenos Aires, ahora se suma una propuesta que promete instalarse en la agenda cultural: el festival Buenos Aires Cumbia. La primera edición se realizará este sábado 18 de diciembre a partir de las18 en el Hipódromo de Palermo (Av. Libertador 4101), con entradas ya agotadas. El evento tendrá la participación de El Polaco, La Champions Liga, Ráfaga, Román El Original, Mario Luis, Amar Azul, Grupo Play, Viru Kumbierón y La Coneja China.
“La idea es instalar un festival en la Ciudad, hacer algo distinto y salir de la estructura que veníamos manteniendo con la cumbia. Es decir, darle la oportunidad a las bandas de posicionarse más allá de la movida tropical y atraer a otro tipo de público que quizás no va a ver bandas de cumbia a otro lugar”, dice Gabriel Gómez, uno de los organizadores del evento. “Es una alternativa interesante, porque se trata de público que quizás escucha cumbia en plataformas digitales pero que no va mucho a ver shows presenciales de este género”, amplía el productor.
El festival es un desprendimiento del ciclo Cumbia Konex, que se viene realizando hace más de seis años de forma ininterrumpida en el espacio del Abasto. “La idea era hacer un evento más grande que el del Konex y que el año que viene tenga continuidad en fechas importantes, como el feriado de Carnaval, el Día del Amigo o el Día de la Primavera”, adelanta Gómez, para confirmar que el festival “llegó para quedarse”.
El encuentro presenta una grilla artística representativa, que abarca diversos estilos o subgéneros. “No queríamos centrarnos en un solo estilo musical dentro del género tropical. Y creo que logramos una combinación interesante. Tenés clásicos como Amar Azul o Ráfaga, un romántico santafesino como Mario Luis, una DJ como La Coneja China, que es muy contemporánea; o la cumbia base de Román El Original”, precisa. También participarán bandas más actuales como Grupo Play o Viru Kumbieron, que metieron hits con Pablo Lescano como “Me vas a extrañar” y “No te creas tan importante”.
“Es algo inédito este festival”, resalta Gastón Villalba, de Viru Kumbierón. “Cuando hacen un evento de cumbia suelen llevar a los mismos artistas. Pero en este caso habrá públicos de diferentes palos: a algunos les gusta la cumbia base, a otros la santafesina o la colombiana. Para nosotros estar en un evento como este es un puntapié increíble, especialmente después de no trabajar durante tanto tiempo por la pandemia”, dice Villaba, quien comparte dupla con la cantante Natalia Belén. “Además es muy bueno cruzarse con colegas, hay que romper el mito de la competencia”, señala el compositor sobre la convivencia que se producirá en el Hipódromo de Palermo.
“En Chile se hacen varios festivales de cumbia en espacios como el campo de polo o en estadios. Y siempre me preguntaba por qué no se podía organizar algo así con grupos de la movida tropical de acá”, apunta Ariel Puchetta, cantante de Ráfaga. “Después de la pandemia, muchas bailantas desaparecieron y a veces se hace difícil para muchos trabajar. Entonces, me puso muy contento la idea, espero que pueda instalarse como un festival fijo, para que todos tengamos trabajo y para que los productores se animen a hacer más fiestas de este estilo”, le dice Puchetta a Página/12. El grupo cumplió 25 años el pasado 7 de septiembre y para celebrar van a publicar en 2022 un proyecto con versiones de sus clásicos, con la colaboración de artistas reconocidos del mundo.
En los últimos diez años la cumbia fue ganando terreno en espacios que antes eran impensados para el género. En 2018, por ejemplo, Damas Gratis llegó a la grilla del Lollapalooza. Y Los Palmeras hicieron vibrar la plaza Próspero Molina, en la edición 2016 de Cosquín Folklore. En la actualidad, a nadie le sorprende ya el cruce entre rockeros y cumbieros, o la presencia del género tropical en festivales de otro palo. En líneas generales, las fronteras entre los géneros se acortaron, las tribus sociales se disolvieron y se rompieron prejuicios en torno a la cumbia. “Sí, creo que se rompieron bastante los prejuicios. Aunque siguen habiendo algunos, quedó demostrado que la cosa se abrió muchísimo”, entiende Gómez. “Yo vengo trabajando en la movida tropical hace 13 años, como mánager de Meta Guacha, Flor de Piedra y Los Gedes, así que conocí de cerca la censura, el prejuicio y la discriminación”.
“Un tema de Damas Gratis o de Amar Azul lo baila gente de cualquier clase social en la actualidad. Entonces, sentía que faltaba una propuesta así en CABA, para un público que tal vez no se animaba a ir a una bailanta. Ahora vienen personas del palo del reggae, del heavy metal, de todas las generaciones y edades”, señala el organizador. Y Villalba completa: “Siento que el trap y el reggaetón en los jóvenes pegó muchísimo, pero la cumbia es cumbia y siempre está presente, nunca va a morir. Si en un baile no hay cumbia, no hay fiesta; si en una fiesta no hay cumbia, no hay baile”.