Tras las detenciones a integrantes de la banda de Los Gorditos y tres policías, acusados de cobrar coima, ayer el fiscal Pablo Socca formalizó las imputaciones y el juez Alejandro Negroni ordenó que la mayoría quede en prisión preventiva. Erica A., la madre de Brandon Bay, el joven preso y a quien responde la banda, fue acusada de cohecho y como jefa de la asociación ilícita.
El resto de los implicados, dos hermanas y allegados de Bay -preso en Marcos Paz-, fueron imputados como miembros de la organización delictiva, con diferentes roles. Sobre Jorge Luis N., se dispuso la internación en una clínica psiquiátrica, con custodia policial, y deberá ser sometido a junta médica.
Los policías imputados son Hugo Orlando F., Magalí C. y Axel T., de la seccional 32, acusados de recibir dinero a cambio de favorecer la situación de personas demoradas, pertenecientes a la banda. Ante ello, T. quedó tras las rejas. El fiscal indicó que el 9 de septiembre pasado, "Erica A. recibió una llamada de Luis S. -quien se encontraba aprehendido e incomunicado en la Comisaría 32ª- quien le transmitió la propuesta del suboficial T. de abonar la suma de $50.000 para dejarlos en libertad mediante esa maniobra fraudulenta. La llamada fue realizada desde el teléfono de Luis S. el cual estaba secuestrado", expresa la acusación. Además, los policías fueron acusados de "insertar datos falsos en un acta".
La imputación sobre la madre de Bay expresa que "es lider de la asociación ilícita cuya jefatura también ejercía y sigue ejerciendo su hijo(imputado en prisión preventiva efectiva). Es encargada de la organización criminal desde que su hijo y otros miembros importantes de la banda cayeran detenidos, realizando algunas tareas que le indican desde la cárcel mediante llamadas telefónicas, pero además realizando personalmente las tareas que aquellos no pueden ejecutar". También lo hace "controlando y supervisando los negocios ilícitos objeto de la organización (entre ellos: venta ilegal de estupefacientes)". Además, "esconde, guarda y oculta en su domicilio armas de fuego de la banda y teléfonos celulares. Se encarga de ayudar a los integrantes de la organización cuando estos caen detenidos. Entre otras de sus funciones, se encarga y se ocupa de gestionar la administración de los bunkers de la banda".
Giuliana B., hermana de Brandon, fue acusada como miembro de la asociación ilícita, "realizando tareas que su madre y hermano le indican, colaborando de cualquier manera con las actividades ilícitas de la organización y ayudando a sus familiares para el sostenimiento y el funcionamiento de la organización (en Rosario o en San Lorenzo)".
Flavia B., otras de las hermanas, "realiza tareas que le indica su hermana Aldana B. y su madre, vinculadas con el control y la supervisión de los negocios ilícitos (venta ilegal de estupefacientes), como así también brindando apoyo a los autores de ilícitos cometidos por la asociación". Además, se indicó que "decide la ejecución de balaceras contra bandas rivales y/o enemigos".
Javier A. fue imputado como "uno de los sicarios de la organización". Como persona de confianza, "se encarga de atender los bunkers, ya sea custodiando y/o vendiendo". Un rol similar se le atribuyó a Nicolás C.. En tanto, Luis S. se encarga de "retirar la recaudación" y de "adquirir vehículos de manera fraudulenta, que luego se utilizan para las tareas encomendadas". Mabel A., Jorge N. y Brian G. también son parte de los imputados.