Tras la masiva movilización de los movimientos sociales y los sindicatos de la CGT en respaldo al proyecto de ley de Emergencia Social y Alimentaria, en el entorno del presidente Mauricio Macri se encargaron de difundir que consideran "ridícula" la iniciativa."Por ley no se genera trabajo", argumentaron en la misma línea argumental que usaron para justificar el veto a la ley antidespido. La Ley de emergencia Laboral también había sido producto del reclamo de las organizaciones sociales y gremiales y respaldada por una manifestación multitudinaria en abril.

El senador del Frente para la Victoria Juan Manuel Abal Medina, quien impulsó la iniciativa en la Cámara alta, sostuvo que "todos los sectores políticos están reclamando al Gobierno que haga algo por los que menos tienen", y se mostró confiado en que la Casa Rosada no vetará la propuesta si consigue la media sanción restante en Diputados. Abal Medina, luego de participar de la movilización, sostuvo que se trata de "una propuesta de soluciones" y dijo estar preocupado por "el endeudamiento porque después eso lo pagamos todos".  

El jefe de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, se anticipó a la posibilidad de un veto presidencial y señaló: "No quiero la democracia en la que el Presidente haga lo que quiera cuando haya alguna ley que le saque un poder". Respecto del pronóstico para diciembre, Micheli aseguró que "se va a complicar" la situación si la ley es vetada y que los trabajadores "no van a terminar de estar en la calle".

El titular de la CTA Autónoma, que no fue convocada para la movilización al igual que la CTA encabezada por Hugo Yasky, recordó  que los dirigentes cegetistas "no fueron al paro para rechazar la decisión" de Macri, cuando anuló la emergencia laboral y cuestionó que se intente volver "a la vieja concepción ideológica de sindicato único del país".

En la previa de la movilización, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, apuntó contra la gestión kirchnerista."La gente entiende" porque sabía que "el año iba a ser muy difícil", especuló y aseguró que la situación social y económica "podía ser mucho peor si el Gobierno no hubiese tomado algunas de las decisiones que tomó".

Con el mismo tono, el presidente del interbloque de diputados de Cambiemos, Mario Negri, insistió con tildar de "kirchnerista" la iniciativa respaldada por sindicatos y movimientos sociales y votada por amplia mayoría en el Senado, y sostuvo que el bloque FpV-JP "termina el año parlamentario yéndose a la banquina con un proyecto demagógico de esta dimensión, sin prever un financiamiento razonable". 

La intendenta de La Matanza, Verónica Magario, declaró que el proyecto "es un parche que acompaña a los que peor la están pasando" y pidió "que el Gobierno visibilice la situación" y tome "decisiones concretas". Magario sostuvo que la primera necesidad en el territorio bonaerense es "recomponer el tejido laboral", y señaló que en La Matanza se han "perdido 20 mil puestos de trabajo en blanco, 15 mil suspensiones y 50 mil puestos de trabajo en el sector informal". 

Por su lado, el intendente de General San Martín, Gabriel Katopodis, criticó al oficialismo al considerar que "es un gobierno que sólo viene dando gestos de diálogos" y "en algún momento, los gestos tienen que transformarse en realidades". El jefe comunal, que participó de la movilización, exigió que el Poder Ejecutivo "termine de transferir plata hacia los sectores concentrados y reactiven las políticas sociales".

 

 

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