El dirigente del Movimiento Evita, Fernando Rosúa, precandidato a concejal por el justicialismo, señaló que el "socialismo no ha resuelto, en casi 30 años de gobierno, varias cuestiones centrales en la ciudad, como el incremento de las villas miseria y el histórico problema del transporte, y le sumaron el de la inseguridad, que se agravó desde que gobiernan la provincia". En ese marco, Rosúa consideró en una entrevista con Rosario/12 que el peronismo rosarino "debe ser el canal donde construir una fuerza grande que se reconcilie con la sociedad a través de las disputas internas dentro del partido, aunque haya sectores que piensan ir por afuera, algo de lo que estamos absolutamente en contra. En el 2013 perdimos un concejal porque un grupo fue por afuera", dijo. Según el precandidato, el justicialismo local "ha demostrado ser una fuerza con compromiso social, con un claro posicionamiento ideológico. Creo que está en una inmejorable posición para ser gobierno en el 2019".
Rosúa, 54 años. fue concejal en el período 2007-2011, precandidato a ocupar una banca en el 2013 (quedó quinto en la lista luego de ir a la interna contra Héctor Cavallero), y precandidato a intendente en el 2015, perdiendo ante Roberto Sukerman. Precisamente, contra el ex jefe de Ansés, y con otros candidatos que seguramente presentarán listas, el dirigente del Movimiento Evita volverá a competir en las PASO de agosto. "Siempre pensamos que el peronismo tiene que tener candidatos propios. Tenemos un proyecto de la ciudad y queremos seguir batallando para que se pueda hacer realidad. Creemos que las elecciones son buenas para hablarlo con la gente, te da la oportunidad de escuchar las demandas y de hacer propuestas. Por eso no tenemos temor en ir a elecciones internas, sí dentro del justicialismo, siempre hicimos eso, nunca fuimos por afuera. Incluso, cada vez que nos presentamos fuimos sacando más votos. Pasamos de 13 mil en el 2013 a 36 mil en el 2015. Esa misma cantidad de votos sacamos a concejales con Eduardo Toniolli y ganamos la interna. Si ganamos, esperamos que nos acompañen, y si perdemos acompañaremos al ganador", apuntó Rosúa.
-Su llegada al Concejo y los intentos posteriores se dieron en el marco de gobiernos kirchneristas a nivel nacional. Esta será la primera con un gobierno de otro signo.
-Sí, esto lo noto hablando con la gente. El shock que generó este cambio de gobierno en la calidad de vida de muchísima gente hace que el peronismo sea escuchado con mucha más atención. Eso de que `antes estábamos mejor` realmente es así. Además, nosotros nos reivindicamos como políticos, a diferencia de los sectores que llegan a la política con un discurso anti política. Esta situación actual permite hablar de política, la gente quiere hacerlo, rápidamente se dio cuenta de que su calidad de vida empeoró porque es Macri el presidente.
-Para el justicialismo rosarino no es algo nuevo ser oposición. ¿Cuáles serán los ejes de esta campaña?.
-Hoy en la ciudad hay dos agendas; una es la histórica, que tiene que ver con las cosas no resueltas por el socialismo en estos casi 30 años de gobierno. Seguimos con más de 17 mil familias viviendo en condiciones aboslutamente precarias, según datos de la organización Techo del 2016, y seguramente ahora debe haber más. El problema del transporte y la mala gestión en cuanto al mantenimiento del espacio público. Y otro tema que se agravó fue la seguridad, cuando el socialismo tomó la cuestión en el gobierno provincial haciendo que los rosarinos tengamos más miedo.
La agenda urgente se da por el impacto en Rosario de las políticas nacionales. En esta agenda hay dos temas excluyentes: la emergencia alimentaria, hay muchísmos rosarinos con hambre, y la emergencia laboral, donde tenemos que generar acciones para que no se pierdan puestos de trabajo. El gobierno local tiene que abocarse decididamente, no puede mirar para otro lado, hay que estar al lado de todo el entramado productivo y social que hoy está sufriendo.
-¿Más allá de tener que superar la interna, considera que la elección a concejal será una de las más reñidas por todo lo que se juega?
-De todos modos, para nosotros es insoslayable referirnos a la cuestión nacional porque es una elección clave: se profundiza el modelo de Macri, que es el de las corporaciones en la Argentina, o se lo frena. Y en la cuestión estrictamente local, repasando el resultado electoral pasado donde se vio a un socialismo en caída, que ganó raspando, hace que para todas las fuerzas con aspiraciones de gobierno resulte también una elección clave; es lógico que no sea una más porque acá se puede ir conformando la futura intendencia en el 2019.