Con motivo de la próxima Navidad los Curas en la Opción por los Pobres (COPP) difundieron un mensaje en el que señalan que si bien “cada Navidad hace renacer en nosotros y nosotras toda esperanza” porque Dios “que siempre hace posible la novedad” nos propone “retomar los sueños y las utopías” eso no será posible “con presos y presas políticas, ni con hermanos y hermanas indígenas atropellados y atropelladas en sus derechos, ni con hermanos y hermanas en situación de calle, sin tierra, ni techo, ni comida, ni trabajo”.
Los sacerdotes católicos que trabajan en barrios populares de todo el país retoman en su mensaje las palabras del presidente Alberto Fernández al asumir el Gobierno hace dos años subrayando la prioridad expresada entonces “hacia los marginados y excluidos; el pago de la deuda externa supeditado al crecimiento del país; así como también el anhelo de la regulación del hábitat y la construcción de viviendas, entre otros temas”.
Dicen los curas que aquel discurso “nos llenó de sanas expectativas” y, al margen de que “no es nuestra intención situarnos como fiscales del gobierno nacional, pero sí retomar un tema urgente tan cerca de la Navidad, necesitamos –dicen- volver a creer en este ‘Nunca más’ que propuso el Presidente”.
Los sacerdotes dicen también que la Navidad no puede ser feliz “con un país cuyo futuro esté condenado a muerte por la avaricia de empresarios que no miran otra cosa que su renta o por la exigencia de pagar la deuda contra el FMI (una deuda fraudulenta que debería ser pagada con el patrimonio de quienes la contrajeron de manera inconsulta con el pueblo)”.
Agregan que “no será feliz la Navidad con multimedios de comunicación que, mientras reciben suculenta pauta publicitaria oficial, se encargan de demoler todo signo de esperanza. No será feliz la Navidad si un minúsculo grupo de los más ricos de la patria persisten en negarse a aportar una ínfima parte de sus bienes para aliviar apenas un poco los dolores de tantas y tantos”. Y sostienen además que “no será feliz la Navidad mientras sigamos velando a víctimas de ‘gatillo fácil’ o de femicidio en nuestros barrios, (…) sin una urgente y necesaria reforma del poder judicial, tan lento hoy para juzgar a los poderosos y tan veloz en condenar a los y las pobres” porque “los abundantes ejemplos de esto lastiman los ojos y hieren la paz interior”.
En el mismo texto los COPP repudian “todo avasallamiento contra las comunidades de pueblos indígenas y sus derechos” porque “las muertes mapuches en el sur de nuestra patria ensombrecen la celebración del Dios que busca nacer en medio nuestro”.
Respecto del funcionamiento del Poder Judicial, el documento señala que “la Corte Suprema de Justicia, con tan sólo cuatro miembros (dos de ellos puestos originalmente a dedo por Macri y, además, autovotados para presidirla) y sólo constituida por varones, no da garantías de imparcialidad alguna ni la posibilidad de hacer verdadera justicia en temas muy sensibles para la sociedad”,
Recuerdan además que “Milagro Sala sigue siendo una presa política” y que “el sistema judicial no termina de dar señales de la necesaria independencia de poderes”. Consideran los curas que “la justicia sigue siendo ‘demorada y manipulada’, ‘utilizada para saldar discusiones políticas’”, generando como consecuencia que “lejos quedamos los comunes mortales de poder desentrañar por qué se demora esta justicia que espera Milagro y tantos y tantas hermanos y hermanas”.
Los COPP finalizan su mensaje navideño afirmando que “queremos anunciar a todo nuestro pueblo una Buena Noticia, esa que viene con Jesús, pero no ignoramos que hay circunstancias y personas que no hacen sino obstaculizar o impedir este anuncio”. A estos últimos, dicen “los queremos llamar a la conversión, o a someterse a un poder judicial independiente que añoramos; y a los y las pobres de la patria repetirles con Jesús que él vino para que haya ‘vida y vida abundante’ (Juan 10,10) y que queremos caminar con ellos en la búsqueda de esa vida, de justicia y de paz, para todas y todos”.