La interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, aseguró que al ingresar al organismo se encontró con "un desorden generalizado" y que el material hallado sobre el espionaje ilegal a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan en la delegación de Mar del Plata fueron cosas que "nadie se ocupó de destruir".
"Me encontré con un desorden generalizado. En la agencia (por la AFI) no hay base de datos ni hay trazabilidad. Si me piden documentación tengo que saber dónde la tengo que ir a buscar, saber de dónde salió y cómo se consiguió, y entregarla de manera formal, prácticamente no había base de datos", reveló en declaraciones a radio Cooperativa.
Además, la interventora aseguró que al inicio de su gestión en la exSIDE se encontraron cosas "que se olvidaron de destrozar o destruir", como los documentos sobre el presunto seguimiento y espionaje a las familias de los submarinistas del ARA San Juan, que quedaron "en una computadora de Mar del Plata porque nadie se ocupó de decir que se destruya".
"El encargado de la delegación de Mar del Plata destruyó un montón de cosas y dejó firmado que destruía por orden del superior. Ahora está procesado y el disco (rígido que contenía los documentos) que quedó del ARA San Juan quedó de casualidad", contó Caamaño.
En ese sentido, señaló que no sabe "si fueron escuchados ilegalmente los familiares del ARA San Juan", aunque sí consideró un hecho comprobado que entre los allegados que frecuentaban a las familias había un informante o 'topo' de inteligencia que se encargaba de pasar información, y que eso "le sirvió" al entonces presidente Mauricio Macri.
"No se terminan de entender las motivaciones, ¿Qué podría hacer un grupo de familiares de 44 submarinistas que quedaron atrapados? Es dramático y tremendo porque solo le iban a pedir al Presidente que busque al submarino: no era gente peligrosa desde ningún punto de vista y la ley de Inteligencia lo prohíbe claramente", subrayó.
Caamaño apuntó que durante la gestión de Cambiemos (2015-2019) "cada juez tenía su espía amigo, y a partir de ahí se generaban los carpetazos" que iniciaban las denuncias judiciales que "ahora se están cayendo a pedazos" ya que esas causas, señaló, eran armadas "no solo por la corporación judicial sino por los grupos económicos y medios hegemónicos".
"Se banaliza mucho el lawfare que, para mí, fue muy grave porque no fue solo en Argentina, sino que golpeó en casi toda Latinoamérica. La expresidente Cristina (Fernández de) Kirchner tuvo ocho indagatorias el mismo día, en la misma fecha del cumpleaños de (su fallecido esposo) Néstor Kirchner, son cosas pensadas para el mal", evaluó.
La interventora indicó también que en el organismo se comprobó la existencia de "un convenio entre el Servicio Penitenciario Federal, firmado por (el exdirector de ese organismo) Emiliano Blanco, y (el exdirector general de la AFI entre 2015-2019) Gustavo Arribas", por el cual la central de espías "le aportaba tecnología al Servicio Penitenciario" y los efectivos que controlan las cárceles, cual contraparte, le pasaban la información.
"A partir de ese convenio se cableó el penal aunque nosotros, por supuesto, lo dimos de baja", concluyó.