Ya comenzaron las elecciones en Chile para determinar quién será el próximo presidente y Gabriel Boric, el candidato de izquierda, superó a su rival de la ultraderecha José Antonio Kast en las votaciones de los chilenos residentes en Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur. También en las últimas horas se conoció que Boric resultó victorioso en varios países de Europa.

En Nueva Zelanda, Boric, de la alianza Apruebo Dignidad, obtuvo 738 de los 865 votos emitidos, contra 118 de Kast, del Partido Republicano, informaron las autoridades de las dos únicas mesas abiertas en el país, en Wellington y Auckland.

La participación en el país oceánico registró un aumento del 22 por ciento respecto a la primera vuelta que se organizó el pasado 21 de noviembre, cuando sufragaron 706 electores.

En Australia también se impuso Boric con 2.009 votos contra 574 de Kast, con un aumento de un 14 por ciento en la participación electoral, informaron las autoridades de los locales de votación en Sydney, Melbourne y Canberra.

Boric se llevó asimismo el triunfo en dos países de Asia: Japón, donde derrotó a Kast por 91 votos contra 29 en una única mesa en Tokio, y en Corea del Sur, donde ganó por 42 votos contra siete en una mesa en Seúl.

En España, el tercer país del mundo con mayor número de chilenos habilitados para votar (detrás de EE.UU. y Argentina), el candidato de Apruebo Dignidad se quedó con 3.002 votos, equivalentes al 78,06 por ciento, mientras que el líder del Partido Republicano obtuvo 844 preferencias (21,94 por ciento. La participación, incluso, tuvo una suba respecto de la cantidad de votantes: en la primera vuelta votaron en España  3.592 personas y este domingo lo hicieron 3.846.

En tanto, en Suecia Boric ganó con 94 por ciento, en Francia con 89 por ciento, en Alemania con 83 por ciento y en Reino Unido con 69 por ciento.

El candidato de la izquierda, que salió segundo en la primera vuelta, sumó el apoyo de políticos y artistas extranjeros como Sting, Peter Gabriel, Joan Manuel Serrat y otros que exhortaron a frenar el avance de la extrema derecha.