“Es una película sobre el derecho al goce”, dice Romina Tamburello durante la conferencia de prensa de Vera, que finaliza su rodaje y acentúa la importancia de la ciudad como locación de relieve para el sector audiovisual. “También es una película sobre el vínculo familiar entre una madre y una hija, en torno a sus sexualidades. Vera tiene 17 años, su mamá tiene una inmobiliaria en su casa, y de uno de los departamentos que no se alquila Vera se roba la llave y lo utiliza para que otros adolescentes tengan sexo. Al principio lo hace por dinero pero luego se da cuenta de que lo que le gusta es escuchar detrás de las puertas. Comienza un derrotero en la vida de estas dos mujeres, donde deberán aceptar que cada una es un ser sexual, de miradas generacionales distintas. Si bien la película está escrita por nosotros, se encuentra enriquecida por las actuaciones de Inés (Estévez) y Luciana (Grasso)”, continúa.
El film cuenta con producción ejecutiva de Santiago King y es codirigido por Tamburello y Federico Actis, los tres integran Pez Cine, productora de la ciudad con un recorrido que incluye trabajos audiovisuales de formatos y géneros diversos, también premiados. Vera es un proyecto que ya cumple cinco años, y en su camino resultó ganador de la 9ª Edición del Concurso para Desarrollo de Largometrajes Raymundo Gleyzer, cuenta con el Interés del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, y ganó el premio para Desarrollo de Largometrajes del Plan de Fomento Industrias Creativas del Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe. Como apunta Actis, “hemos pasado por un montón de reversiones, clínicas y ensayos, hubo diez versiones de guión, y también hicimos un enorme casting en Rosario, para el elenco que integran Carlos Resta, Ofelia Castillo, Mariano Raymondi, Estefanía Nicoló y David Zoela. Tuvimos semanas muy intensas y tuvimos muchas escenas de sexo, algo no habitual en el cine de esta ciudad. Fue un desafío dirigirlas y también para los actores. Y estamos contentos de grabar en la ciudad, porque como todos los años, sentimos que la industria audiovisual crece, y si bien falta, cada vez son más las series y películas que vamos grabando y eso significa un trabajo más sostenido para el sector”.
“Es una experiencia inmensa para todes –ratifica la actriz Luciana Grasso–, se conformó una hermosa familia y estoy contenta de estar haciendo cine en esta ciudad hermosa. Me parece importante sobre lo que trata esta película y que la búsqueda por el placer sea contado en el cine. Además, es un honor trabajar con Inés (Estévez), aprendo mucho a su lado”. De igual manera, Estévez comenta sobre “lo fascinada que estoy por estar en Rosario y de trabajar con un equipo de gente joven, que funciona a nivel profesional de manera tan aceitada y perfecta; es para destacar la conciliación entre relax y disciplina; no hay rigor, sino disciplina. Con Luciana acabamos de conocernos y trabajamos en otra película, pero en verdad éste es el primer proyecto que nos convocó. Ella es una actriz joven pero parece que trabaja hace mucho tiempo, es increíble la experiencia que tiene y el conocimiento de las cámaras. Eso hace que todo fluya muchísimo. Por otra parte, es muy destacable todo lo que se refirió acerca del goce y la búsqueda de lo que tiene que ver con el placer, que es tan tabú, vedado y sobredimensionado de la boca para afuera. En la película, todo está enmarcado en un esquema familiar estándar, y eso es genial, a partir de ahí se juegan también los roles intervinculares; en este sentido, es importante que haya una directora mujer así como varones que adhieran a estas ideas, con tanto conocimiento”.
A partir de la inquietud sugerida por Rosario/12, acerca de cómo construyen y trabajan sus personajes, Luciana Grasso comenta que “se trata de un trabajo en equipo, al cual ingresamos antes de la pandemia y finalmente ahora podemos llevar adelante. Hubo un trabajo de lectura de guión y de preparación en conjunto con los directores, pero en el set y en el rodaje todo se intensifica, vamos descubriendo matices día a día, de escena a escena. El personaje de Vera tiene una adolescencia diferente a la que tuve yo, pero nos vamos acompañando, diciéndonos lo que nos parece. Los personajes de las dos tienen una impronta marcada desde el guión, y en conjunto vamos viendo cómo contar la historia. Ellas se quieren mucho, hay mucho amor en esta familia, si bien están atravesando diferentes situaciones”. Por su parte, Estévez agrega que “lo abordamos con mucha naturalidad, y hay una gran ventaja al tener a una actriz como directora, ya que si bien está muy atenta a la puesta también está enfocada en la dirección de actores. Vamos conformando los personajes a partir de la interacción entre todes. Yo estoy haciendo de una madre muy distinta a mí y con una hija muy distinta a mi realidad, y está bueno ir descubriéndola en el día a día. Por otra parte, hay una directiva que tiene que ver con cómo reaccionar ante determinadas cosas, son bajadas muy claras por parte de los chicos, y Romina (Tamburello), al ser mujer, tiene una mirada muy acabada en relación a los personajes”.