Cesar Navarro, ministro de Minería y Metalurgia de Bolivia, también se refirió a la situación política en su país, el papel de los medios de comunicación opositores al Gobierno y las cualidades del líder del proceso de construcción del Estado Plurinacional, Evo Morales.

¿Por qué el MAS se sostiene en Bolivia mientras Argentina y Brasil registraron un viraje hacia la derecha y en Venezuela la situación es cada vez más inestable?

–El MAS es el efecto de una decisión sindical política. El MAS no se funda por intelectuales de izquierda sino por una decisión política de los sindicatos de campesinos, cocaleros y mujeres con el visto bueno de la central obrera, que decide tener su instrumento político para disputarle los espacios públicos a la derecha. En cada provincia y cada municipio hay un sindicato, esa es la fortaleza de nuestro proceso. Por eso hay elecciones cada cinco años en todos los niveles del Estado y hay una renovación del 95 por ciento de los cargos. Tenemos mucha gente y eso es el fruto del sindicato.

¿Qué papel cumplen los medios con mayor concentración de mercado?

–Un rol muy relevante. Apareció una casta mediática que está por encima de la Tierra, los hombres, los animales y Dios. Saben de política, de economía, de futbol y hasta de temas hídricos. Saben todo de todo. Son las estrellas. Hay medios de comunicación que van definiendo la línea política opositora. Es el cartel de la mentira, que posiciona a una idea como la verdad absoluta. Tuvieron un fuerte nivel de influencia.

¿Y cuál es la influencia que ejerce Evo Morales?

–El líder político tiene en primer lugar que tener la capacidad de cohesionar. Si no cohesiona, hay una fractura interna al interior del movimiento. El segundo elemento es que el líder político no puede aglutinar circunstancialmente sino con una visión acerca de lo que es el Estado. Evo hace eso y mucho más. Yo lo conozco a Evo desde 1998. Evo es un monstruo político. Pero además tiene cualidades que lo hacen un líder absolutamente extraordinario. En primer lugar, es muy humano. Evo nunca ha dejado de ser amigo y compañero, por eso la gente lo quiere. En segundo lugar, Evo interpela. Es la síntesis de la interpelación ética, porque trabaja desde las 5 AM hasta cualquier hora y no tiene sábado ni domingo. También interpela ideológicamente, ya que no piensa en el partido sino en el sindicato como núcleo organizador, por eso pudo aglutinar a la izquierda, que nunca se había podido unir. Y por último, interpela culturalmente. Desde el color de su piel y la forma de hablar, como un migrante desde el campo, hasta la forma en que se viste, su vaquero, su camisa y pulóver. Por eso millones de bolivianos sienten a Evo como un hijo o un hermano. Además, hoy hay estabilidad política en Bolivia, algo que durante muchísimos años no ocurrió. Evo sintetiza la unidad y la proyección política del país