El médico clínico contratado para la internación domiciliaria en la que hace un año falleció Diego Armando Maradona, y que a fines de noviembre último fue acusado como el octavo imputado, será indagado el lunes por los fiscales de la causa. Se trata de Pedro Di Spagna, de 48 años, quien fue llamado a indagatoria como acusado del presunto "homicidio simple con dolo eventual" del astro futbolístico. Se le imputa haber "incumplido con los deberes a su cargo", no haber controlado regularmente al 10 y no haber realizado un correcto seguimiento del paciente. 

La indagatoria será el lunes a las 11, en la sede de la Fiscalía General de San Isidro. Voceros judiciales indicaron que el nuevo y octavo imputado designó como sus defensores a los abogados Facundo Perelli y Manuel Barros. Di Spagna había sido contratado para el seguimiento de Maradona en la casa de Tigre por la empresa Medidom, la tercerizada en la que la prepaga Swiss Medical había delegado la atención de Maradona en su internación domiciliaria.

El clínico, a quien al igual que al resto de los acusados se le prohibió la salida del país, está ligado al fútbol hace varios años, ya que integra el cuerpo médico del Club Atlético Huracán. Resultó herido en el accidente en micro que el plantel tuvo en Venezuela en 2016, y participó en la elaboración de los protocolos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), para que vuelva la actividad futbolística en pandemia.

Los fiscales de San Isidro a cargo de la causa, Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra, le reprochan haber visto a Maradona en tan solo una oportunidad y no haber hecho un adecuado control clínico de salud.

En el dictamen en el que describen la conducta que se le imputa, los fiscales sostuvieron que "en particular, en su carácter de médico clínico designado para el seguimiento del tratamiento del paciente mientras se materializaba su internación domiciliaria, omitió cumplir con los deberes a su cargo ya que se abstuvo -al igual que el resto de los intervinientes- de controlar regularmente el estado de salud del paciente", según informó la agencia Télam.

También señalaron que Di Spagna "se presentó en esa calidad solo en dos oportunidades: el 12 de noviembre de 2020, cuando sugirió la realización de una serie de estudios (análisis de sangre y orina, ecocardiograma; placa de tórax y ecocardiograma doopler color) de los cuales nunca se aseguró de su efectiva materialización; seguimiento y/o control en su caso".

"Luego -continuaron los fiscales-, sólo concurrió el próximo 18 de noviembre avalando en su carácter de profesional de la salud una supuesta negativa del paciente a ser controlado, aumentando así el riesgo en la vida de la víctima pese a su rol y considerar que era necesario el adecuado control clínico del mismo todo lo cual se representó acabadamente".

Al igual que al resto de los acusados ya indagados, en la imputación los fiscales señalaron que los ocho "ejecutaron acciones contrarias al arte de la salud y omitieron realizar los actos específicos que cada uno debía desarrollar en torno a su función, agravando el cuadro de salud de Diego Armando Maradona, colocándolo en una situación de desamparo y abandonándolo a su suerte ya que provocaron el deceso de Diego Armando Maradona el día 25 de noviembre de 2020".

Di Spagna es el médico en el que muchos de los otros imputados -en especial el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov-, descargaron responsabilidades en cuanto al cuidado de la parte clínica de Maradona. Además, el médico figuraba en el chat llamado "Tigre", donde los enfermeros reportaron los registros de sus controles, y donde surgió que en los últimos días estaba taquicárdico y edematizado.