“Cuerpos y libertades” se titula la adaptación sociolingüística a lenguas originarias de los protocolos para la atención integral “de Víctimas de Violaciones Sexuales”, del Ministerio de Salud de la Nación, y “de las Personas con Derecho a la Interrupción Voluntaria y Legal del embarazo (IVE)”, del año 2021. Una colección que fue realizada por y para mujeres, bisexuales, lesbianas, travestis, trans y no binaries indígenas en idiomas wichí, guaraní, toba y chorote para que puedan tomar decisiones informadas. El material es un trabajo colectivo del que participaron un grupo de alrededor de 20 personas junto con traductores que llevaron adelante la difícil tarea de interpretación de la información en las distintas lenguas.
El miércoles 15 de diciembre la colección fue presentada en el Congreso de la Nación, un evento organizado por Católicas por el Derecho a Decidir Argentina del que participaron Sandra Tirado, secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, y Valeria Isla, directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva de la misma cartera. “El material fue adaptado por escrito, en cartillas, en las diferentes lenguas con el fin de promocionar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y disidencias indígenas en un contexto donde el racismo sigue estructurando las relaciones sociales”, señala el informe.
Con una trayectoria de más 20 años de trabajo desde la organización Aredete desarrollan herramientas para garantizar los derechos de las mujeres, bisexuales, lesbianas, travestis, trans y no binaries indígenas, específicamente en Tartagal al norte de Salta. Hace cuatro años comenzaron a dedicarse exclusivamente a los derechos sexuales y/o reproductivos. En una primera instancia con el apoyo de Católicas por el Derecho a Decidir lanzaron la primera cartilla con traducciones en cuatro lenguas del material gráfico y sonoro, sobre violencia de género y sobre el acceso a la interrupción legal del embarazo antes de la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Durante este último año y con el apoyo del Ministerio de Salud extendieron las temáticas que incluye violencias sexuales, acceso a la IVE a partir de la ley sancionada en diciembre del 2020, promoviendo la ley y otros derechos, también con traducciones en las cuatro lenguas.
“El cuardernillo contiene cinco audios de promoción sobre derechos en lenguas, ocho consentimientos informados orales sobre anticoncepción quirúrgica e IVE, también se incluyen folletos sobre cómo se realiza la práctica de la IVE en wichi y en guarani”, explica Mariana Ortega, docente e investigadora de la carrera Comunicación Social de la Sede Regional Tartagal de la Universidad Nacional de Salta, Doctora en Ciencias Sociales (UNJu) y activista feminista popular, quien estuvo a cargo de la coordinación de la colección.
Felicia Mendoza es directora de la organización de mujeres indígenas ARETEDE por el pueblo guaraní, comunicadora de la radio comunitaria La Voz Indígena. Como lideresa ambiental y defensora de los derechos de los pueblos indígenas cuenta que fue un esfuerzo muy grande el que realizaron para poder generar este material, la escritura y las grabaciones fueron extensas jornadas de trabajo para reflejar lo que pasa en sus territorios: “En las comunidades no se habla de los derechos de las mujeres ni de la violencia de género, a pesar de que, nosotras hace muchísimo años veníamos trabajando, estando en alerta a las necesidades de nuestras compañeras, trabajamos silenciosamente desde la radio y haciendo talleres para podernos capacitar.”
Nancy López también preside la organización de mujeres indígenas ARETEDE por el pueblo wichí- weenhayek, además es comunicadora de la radio comunitaria La Voz Indígena y cacica de la comunidad O ka Pukie, lideresa y defensora de los derechos de los pueblos indígenas y luchadora territorial. Transita su territorio recogiendo las necesidades de las mujeres de su comunidad desde hace varios años y describe los problemas que padecen: “en los hospitales reciben muy mala atención, hay una violencia hacia las mujeres de los pueblos originarios. Vimos que había mucha información que no llegaba a las comunidades y menos a los territorios más alejados.”
La poca información que circula no es accesible: “Nunca tuvimos información clara, los folletos siempre eran en español con palabra técnicas y no todas las mujeres originarias hablan y entienden el español, eso generaba confusión. Las mujeres que trabajamos en este proyecto seguimos cada paso, nos reunimos en los territorios y visitamos a las mujeres de los distintos lugares que sufrían los violencia de género para brindar información clara”, explica Nancy y agrega: “Nos costó mucho poder traducir la información a nuestra lengua materna porque hay palabras técnicas que nosotras no usamos en las comunidades y cuando nos encontramos con palabras que no hay en nuestro idioma fuimos haciendo un trabajo colectivo compartido en las comunidades, hablando con las mujeres para generar las traducciones. Eso nos llevó a que podamos tener acceso a los hospitales para lograr una buena atención como merecemos. Merecemos cuidado y también queremos que cuando vamos al hospital a tener a nuestros hijos se respete cómo queremos tenerlos, cómo queremos parir, como dicen nuestras abuelas, sentaditas o de rodilla.”
Edith Martearena es asesora de la organización de mujeres indígenas ARETEDE, comunicadora guaraní de la radio comunitaria La Voz Indígena y además Técnica en Desarrollo Indígena y defensora ambiental. Asegura que esta iniciativa promueve el diálogo intercultural necesario entre el sistema de salud y los pueblos indígenas: “Esperamos que el Ministerio de Salud tanto de Nación como de nuestra provincia de Salta, tengan en cuenta distribuir todos estos materiales en hospitales, en salitas de primeros auxilios y que se empiece a trabajar más fuertemente, sobre todo porque somos una provincia pluricultural. En Tartagal en el Departamento de San Martín estamos asentados la mayor cantidad de pueblos originarios de la Argentina pero todavía consideramos que el sistema de salud no es intercultural. Esperamos que esta propuesta de trabajo pueda tener ese fin, este diálogo intercultural entre el sistema de salud y nuestros pueblos.
Edith explica que si bien hubo avances en las comunidades, aún cuesta mucho socializar temas como el aborto y la violencia machista, sin embargo, eso no representa un freno para ellas: “Como mujeres indígenas queremos visibilizar que también queremos hablar de todos esos temas que tienen que ver con el acceso a poder decidir sobre nuestro cuerpo, cuando queremos maternar y cuando no. El aborto hacia dentro y hacia fuera de nuestras propias comunidades todavia es dificil de hablar, también buscamos que el feminismo blanco tenga en cuenta este feminismo que nosotras venimos impulsando, para que las mujeres indígenas también tengamos voz y visibilidad en ese feminismo blanco.”
Nancy explica que desde el pensamiento colonial muchas personas hablan de las violencias que sufren las mujeres indígenas como si estuvieran frente a practicas culturales propias de las naciones, sin embargo, asegura: “hay una confusión, la violación hacia una una niña de 14 o 13 años no es cultura para el pueblo, como mujer wichi, casica y lidereza, digo ¡Esa no es nuestra cultura! Que una adolescente o una niña de 14 o 13 años sea mamá no es nuestra cultura. En nuestra cultura las mujeres siempre han sido respetadas más que los hombres, históricamente las mujeres han sido muy respetadas y si alguien golpea a una mujer lo corren de la comunidad o lo sacan de la comunidad, si alguien mata a una mujer, por ejemplo, se paga por dos vidas, esa ha sido una regla muy fuerte desde siempre.
La lideresa explica cómo las culturas de las naciones indígenas fueron corrompidas desde la época de la colonización en la que se introdujeron formas de violencias propias de occidente. “Lo que si veo hoy en nuestro pueblo es un debate muy grande cuando contaron una historia del Pueblo wichí en la que según dice los caciques tienen que acostarse con las mujeres antes de su primera menstruación. Lo desmentimos totalmente como mujeres originarias. Nuestra cultura y nuestras reglas quedaron tapadas por otras culturas que entraron en los pueblos, como la cultura del machismo, por ejemplo. El machismo nunca existió en los pueblos originarios pero hoy se ve mucho. Esto comenzó desde que empezamos a sufrir los avasallamientos, desde la colonización de nuestros pueblos quitándonos el territorio. Hoy muchas mujeres están olvidando su cultura y su lengua materna y venimos trabajando para recuperar todo eso".
Al final de la comunicación con Las12, las lideresas agradecen el contacto. Felisa -para terminar la conversación- se despide en guaraní y agradece el apoyo de todas las mujeres que las acompañaron en el trabajo de traducción, una pieza fundamental para recuperar sus formas de decir y poder llegar a aquellas indígenas que el Estado deja afuera por no brindar traductores de su lengua materna.