Los gobernadores tienen un acuerdo con el Presidente Alberto Fernández para que, más allá del rechazo del Presupuesto que realizó la oposición en el Congreso, puedan continuar las obras que necesita cada distrito y que estaban contempladas en el mismo. Ese acuerdo se selló el mediodía del martes en un almuerzo en la Quinta de Olivos donde 13 gobernadores oficialistas almorzaron con Alberto Fernández, el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, y el jefe de Gabinete, Juan Manzur. Allí también hablaron de la firma del consenso fiscal que, según supo Página12, tendrá lugar este lunes a las 17 en Casa Rosada y contaría con la presencia de todos los mandatarios del país.
"Planteamos la dificultad que vamos a tener para poder avanzar el año que viene con los planes de gobierno, de obras y de otras acciones por no tener presupuesto nacional", aseguró en diálogo con este diario el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella. El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, al salir del encuentro puntualizó que "el Presidente nos dijo que nos va a ayudar a ordenar presupuestariamente cada provincia. Es gravísima la situación".
Mientras en Olivos los gobernadores oficialistas almorzaban con el Presidente, en la sede del Gobierno porteño, a tan solo unos kilómetros de distancia, los gobernadores de Juntos por el Cambio --Gerardo Morales, de Jujuy, Rodolfo Suárez, de Mendoza y Gustavo Valdés, de Corrientes-- hacían lo mismo con el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Allí los opositores conversaron sobre el presupuesto y expresaron la necesidad de que el Gobierno nacional elabore y envíe al Congreso "uno nuevo que sea realista y que pueda ser analizado y discutido por todo el arco político". Desde Casa Rosada aseguran que no volverán a enviar otro en marzo.
En Olivos no se comió asado. Fue un almuerzo liviano que compartieron los gobernadores Axel Kicillof; Raúl Jalil (Catamarca); de Chaco, Jorge Capitanich; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Formosa, Gildo Insfrán; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de San Juan, Sergio Uñac; de Santa Fe, Omar Perotti; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; Melella; el vicegobernador a cargo del Ejecutivo de Tucumán, Osvaldo Jaldo y Alicia Kirchner, de Santa Cruz. Además de De Pedro y Manzur --que se sentaron uno a cada lado de Fernández-- estuvo el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. El último en llegar fue Kicillof y el primero en irse, antes del café, fue Bordet que debía asistir al sepelio del exgobernador Jorge Busti. El clima, según contaron los asistentes, fue distendido.
"La reunión estuvo bien. Hablamos del presupuesto y de que hay que salir con responsabilidad de esta situación. Nos vemos muy perjudicados en las grandes obras", puntualizó Jallil a Página12. Además, el gobernador agregó que en la reunión "agradecimos al Gobierno por las medidas que favorecieron al turismo y por las obras que se vienen realizando". Si bien el tema central fue el presupuestario, también hubo tiempo para hablar del acuerdo con el FMI. Los gobernadores plantearon la necesidad de que el acuerdo permita al país seguir desarrollándose. El Presidente les respondió que se está trabajando en esa línea. Los gobernadores pidieron también por las tarifas diferenciadas de energía y transporte en el norte y adelantaron que se seguirá conversando de esa cuestión en una reunión el viernes.
Por su lado, Uñac reconoció que tenía expectativa de contar con el Presupuesto, "como lo hicimos durante los cuatro años de gobierno anterior". En ese sentido, señaló que tener la ley "es un problema porque de eso dependen los presupuestos de las provincias y municipios". En cuanto al reclamo que dieron a conocer los gobernadores opositores, el riojano Quintela indicó que "ellos mandaron a sus diputados a votar en contra. Es la primera vez que en la Argentina le quitan al oficialismo esta herramienta principal". En la misma línea, Melella añadió que "los gobernadores de la oposición llevaron al país a esta situación delicada y hoy se dan cuenta que esa actitud mezquina de sus diputados les trae problemas también a ellos. Los diputados que les responden han generado un mal a sus propios habitantes y se deben arrepentir de lo que hicieron".
Consenso fiscal
Si bien falta ultimar detalles, el consenso fiscal será firmado el próximo lunes por todos los gobernadores. El primero de ellos se firmó en 2017, durante el gobierno del expresidente Mauricio Macri, y tenía el objetivo de poner un tope a las alícuotas provinciales. Los cuatro impuestos más importantes que tienen las provincias son: ingresos brutos, sellos, inmobiliarios y automotor. En 2017, el macrismo realizó una supuesta "armonización tributaria" para esos cuatro impuestos, poniendo un cronograma de reducción de alícuotas. En diciembre de 2019 los gobernadores querían eliminar esa reducción y el Gobierno actual decidió suspenderla. El consenso tiene modificaciones en su redacción que permitirán que el año que viene no sea necesario firmar uno nuevo por ese motivo.
Por otra parte, en el nuevo escrito quedará establecido que el endeudamiento de las provincias deberá ser en pesos, no en dólares, y el dinero deberá usarse para gasto corriente. Luego de firmarse, el consenso fiscal deberá ser enviado y aprobado por el Congreso Nacional y deberá pasar también por las legislaturas locales. Si una provincia decidiera no firmarlo, entrarán a tener vigencia para ella las cláusulas de los impuestos provinciales de 2017 fijados por el macrismo.