En el diccionario de Alex Zanardi, la palabra "rendirse" no existe. A pesar de los graves accidentes que padeció a lo largo de su vida, el expiloto de Fórmula 1 sigue dando ejemplos de lucha: tras permanecer año y medio en un hospital como consecuencia del trágico impacto que sufrió en junio de 2020 durante una exhibición benéfica, el cuatro veces campeón paralímpico podrá celebrar la Navidad en su casa junto a su familia.
A lo largo de los últimos 18 meses, Zanardi fue sometido a una serie de operaciones en distintas clínicas italianas para curar los daños neurológicos graves que padeció en el último accidente. Sin embargo, los médicos que lo atienden dieron el visto bueno para que pudiera regresar a casa, informó esta semana Luca Pancalli, presidente del Comité Paralímpico Italiano, durante una ceremonia organizada en Roma.
Más allá de la buena noticia, Zanardi deberá continuar con un largo tratamiento, sin garantías de una sanación plena. Daniela Manni, la mujer del campeón paralímpico, destacó que "el proceso de recuperación sigue siendo muy largo" y que "en este momento no es posible hacer previsiones" sobre su evolución. "Pero Alex demuestra una vez más que es un luchador. Para él es muy importante reunirse con su familia. Durante año y medio solo me vio a mí, a su hijo y a su madre. Estar con su familia le dará algo más", dijo Daniela en una entrevista a la página italiana de BMW, patrocinador del deportista italiano.
Zanardi, nacido en Bolonia en 1966, estaba participando en junio de 2020 en la exhibición "Obiettivo Tricolore", un evento deportivo organizado para simbolizar la vuelta a la normalidad tras la pandemia del coronavirus, cuando perdió el control de su handbike (triciclo manual) e invadió el otro carril de la carretera. Como consecuencia de ello, su vehículo chocó contra un camión que circulaba en sentido contrario, lo que le provocó serias lesiones en la cabeza.
El ex bicampeón de la Fórmula Indy fue trasladado a bordo de un helicóptero al hospital Le Scotte de Siena, uno de los centros sanitarios más prestigiosos de Italia, donde fue sometido ese mismo día a una delicada operación de neurocirugía de tres horas. De allí, Zanardi fue sometido a otras operaciones en el hospital San Raffaele milanés y en Padua.
La vida de Zanardi siempre estuvo signada por el vértigo, la velocidad y el peligro. Pero ni siquiera los graves accidentes que sufrió lo pudieron detener. El boloñés comenzó su carrera como piloto automovilístico de karting y compitió en la Fórmula 1 entre 1991 y 1994 y en 1999, representando a los equipos Jordan, Lotus, Minardi y Williams. En 1993 fue protagonista de un espectacular accidente, cuando perdió el control de su Lotus en los entrenamientos del Gran Premio de Bélgica en Spa-Francorchamps e impactó contra las barreras de protección.
Entre ambos ciclos en la máxima categoría brilló en la Serie Cart de Estados Unidos, donde logró dos títulos. Y tras su segunda experiencia en la Fórmula 1 regresó a competir en Norteamérica. Fue entonces cuando en 2001 sufrió la amputación de ambas piernas como consecuencia del grave accidente sufrido en el circuito alemán de Lausitz, en una carrera del American ChampCar Championship.
El italiano, que lideraba la prueba, perdió el control de su Reynard-Honda a la salida de boxes, dio un trompo en medio de la pista en el momento en el que llegaba el canadiense Alex Tagliani, que no pudo hacer nada por evitar el violento impacto. El auto de Zanardi quedó partido en dos y el piloto italiano fue ingresado en un centro hospitalario de Berlín, donde permaneció varios días en coma farmacológico. Como consecuencia de las graves lesiones que padecía, los médicos no tuvieron más remedio que amputarle las piernas, en un intento desesperado por salvarle la vida.
Después del accidente en 2001, Zanardi regresó a competir con un BMW en el Torneo Europeo de Turismo, en el que incluso llegó a ganar una carrera, usando prótesis adecuadas. Se retiró del automovilismo en 2009, ya cuando había comenzado una exitosa carrera como paraciclista, que lo llevó a conquistar cuatro medallas de oro olímpicas y doce oros mundiales. En 2012 compitió con su bicicleta adaptada en los Juegos Paralímpicos de Londres, donde celebró dos medallas doradas, actuación que repitió en Río 2016. “Si alguna gente pudiera volar, entonces Usain Bolt se sentiría discapacitado: el desafío sigue siendo hacer lo mejor con lo que se tiene", dijo al ganar su primera medalla olímpica. Ahora seguirá luchando para seguir haciendo lo mejor con lo que tenga.