El pago del segundo vencimiento del multimillonario préstamo que tomó el expresidente Mauricio Macri con el FMI; la actitud mezquina de la oposición de no permitir que el Gobierno tenga presupuesto el año que viene y los avances que hubo en el Congreso en los últimos días, como la modificación al impuesto de bienes personales, fueron algunos de los platos fuertes que tuvo el menú del encuentro de este martes entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la Quinta de Olivos.
Allí delinearon la agenda de los días que quedan antes de terminar el año e hicieron un balance de la gestión. En las próximas horas la titular del Senado viajará al Calafate, donde pasará la navidad, pero no quería partir sin antes verse cara a cara con el mandatario. La reunión se mantuvo con hermetismo dado que, como sostienen cerca del entorno de la vicepresidenta, "fue privada". Esa caracterización del encuentro fue compartida en Casa Rosada, donde detallaron a este diario que se trató de "una charla habitual". La última vez que la dupla se mostró en público fue en Plaza de Mayo, ante cientos de miles de personas, el día de la Democracia.
China y Rusia después del acuerdo con el FMI
Este miércoles el país desembolsó el último pago del año al FMI por casi 1.900 millones de dólares correspondientes al segundo vencimiento de capital del programa Stand By que firmó Macri en 2018. El próximo vencimiento será en marzo y se tratará de unos 2900 millones de dólares. Por lo elevado del monto, el Gobierno espera llegar a un acuerdo antes de ese día con el Fondo. De llegar o no a un entendimiento que mejore el acuerdo de Macri, dependerán, entre otras cosas, dos viajes que Fernández tiene en carpeta para febrero: China y Rusia. Sin acuerdo, desde el Gobierno consideran que difícilmente el mandatario visite esos países.
El encuentro entre los Fernández en Olivos se dio horas después de que el Presidente se reuniera con 13 gobernadores oficialistas, en donde trabajaron cómo continuar con las obras prometidas en cada distrito, más allá de que no habrá presupuesto nacional. La noche anterior, en tanto, Fernández se había reunido con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, con el jefe del bloque en la Cámara Baja, Máximo Kirchner, y con todos los diputados oficialistas.
Cristina Kirchner con los artistas
Mientras Fernández conversaba con sus diputados en un encuentro que duró más de cuatro horas, CFK cenaba con un grupo de artistas y periodistas con los que tiene buena relación. En ese encuentro, la vicepresidenta aprovechó para repasar cómo había sido el camino hasta 2019. "Pudimos cumplir aquella idea de construir un nuevo frente político que terminara con esa pesadilla de los cuatro años de persecuciones, pero fundamentalmente de endeudamiento, de generar hambre, miseria, desocupación y desindustrialización. Lo que no imaginábamos en 2017, aunque algunos compañeros que eran legisladores en el 2016 lo vieron cuando discutieron la derogación de la ley que permitía cobrar a los fondos buitres, es que íbamos a terminar en el FMI", dijo en su breve discurso.
En esa línea, CFK agregó que "construimos Unidad Ciudadana y eso fue el puntapié, lo que permitió reordenar el peronismo y a otras fuerzas políticas aliadas y presentarnos exitosamente en el 19". "Necesitábamos construir algo que nos permitiera recuperar la esperanza, en una sociedad y un país que ha sido muy castigado", reflexionó.
También se tomó un momento para hablar de su situación personal al subrayar que "muchas veces hay una imagen de que soy invulnerable, lejana o dura, pero eso no es cierto". Luego, CFK repasó la complejidad que significó para ella construir el FdT mientras viajaba con asiduidad a Cuba para ver a su hija, Florencia, que se encontraba con problemas de salud. "Entre la dirigente y la madre elegí a la madre", subrayó. Para finalizar expresó la felicidad que le dio el triunfo del flamante presidente chileno, Gabriel Boric: "Volví a ser muy feliz después del triunfo en Chile. El pueblo siempre vuelve", resaltó.