Ayer con la jura de la nueva Constitución de Salta por parte de los convencionales y las autoridades de los principales poderes de la provincia, se cierra un proceso que comenzó en febrero con la sanción de la Ley declarando la necesidad de la reforma y el llamado a elecciones para elegir en agosto a quienes tendrían la responsabilidad de modificar la Carta Magna.

Después, la tarea de esos 60 convencionales electos, demandaría casi tres meses más de trabajo, primero en las comisiones y luego con los debates en las asambleas que se realizaron en el recinto de la Legislatura, hasta que se aprobaron todos los artículos a reformarse.

La ceremonia de clausura de la Asamblea fue la ocasión que eligió el gobernador Gustavo Sáenz para reaparecer en una actividad oficial, luego de que estuviera internado por un problema de divertículos.

El acto estuvo encabezada por el presidente de la Convención, el vicegobernador Antonio Marocco, que en su carácter de tal fue el primero en jurar la nueva Constitución. Al respecto indicó que: “Fue un honor presidir esta convención, que interpretó el sentir popular adecuadamente”, y señaló que la misma “respetó las mayorías y las minorías”.

“Con esta Constitución gana nuestro sistema constitucional y toda la ciudadanía. Es una reforma justa en el diseño del poder, adecuado a su justa medida”, agregó.

Después juraron las otras autoridades de la Convención, y más tarde lo hicieron los convencionales y las taquígrafas.

Constitución de vanguardia

Inmediatamente le llegó el turno al gobernador Sáenz, quien después de jurar se tomó unos minutos para dar un breve mensaje al respecto.

Dijo que “la reforma de la Constitución de nuestra provincia implica un enorme salto de calidad para nuestras instituciones, porque los cambios introducidos van a profundizar un principio esencial de la democracia y de la república, como son la alternancia y los límites de los mandatos en todos los poderes del Estado”.

También aseguró que Salta ahora se pone “en la vanguardia de todas las constituciones provinciales argentinas, en cuanto a la Justicia, los órganos de control y régimen municipal. Estoy orgulloso de haber impulsado estos cambios para evitar que haya todavía quienes se quieran eternizar en el poder ellos y sus familias”.

Finalmente agradeció a los convencionales por el debate que dieron durante la Convención y el haber llegado a un consenso que permitió que se vote en forma unánime la Constitución: "De eso se trata la política, el arte de consensuar para poder dialogar y conseguir un final que a los salteños les haga bien. Lo hicimos por Salta, lo hicimos porque el valor de la palabra es lo más importante que debemos recuperar aquellos que nos decimos dirigentes políticos. El valor de la palabra, la credibilidad cuando decimos algo tenemos que cumplirlo, cuando no podemos cumplirlo tenemos que decir no podemos”.

"La palabra es más importante que una cláusula transitoria”, remató el mandatario, haciendo referencia al único punto con el que no quedó conforme la oposición, que reclamaba la imposición de dichas cláusulas para especificar si los mandatos actuales ya se lo consideraban como los primeros, o si empieza a correr la cuenta recién dentro de dos años cuando por primera vez se elijan a los candidatos con esta nueva Constitución.

El acto terminó con el juramento del presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat, la presidenta de la Corte de Justicia, Teresa Ovejero, la presidenta del Colegio de Gobierno del Ministerio Público de la Provincia de Salta, Mirta Lapad y el presidente de la Auditoría General de la Provincia, Gustavo Ferraris.

Las reformas

Entre las reformas que se hicieron a la Carta Magna, se destaca la limitación a solo dos mandatos consecutivos, para todos los cargos electivos provinciales y municipales: gobernador, intendente, diputado, senador y concejal.

En el caso de los cargos ejecutivos una vez vencido el mandato, estos no pueden ser sucedidos por parientes hasta el segundo grado, su cónyuge o con quien tenga unión convivencial.

Los concejales ahora tendrán mandatos de cuatro años, y aquellos concejos deliberantes que tengan más de siete miembros se renovarán parcialmente cada dos años.

Las sesiones ordinarias de la Legislatura se adelantarán un mes y ahora el inicio será el 1 de marzo, mientras que finalizarán el período el 31 de diciembre.

Los jueces de la Corte de Justicia pasarán de un mandato de seis años a uno de diez, pero que no podrá renovarse.

Los demás jueces duran en sus cargos hasta que indefectiblemente cumplan la edad jubilatoria. Ya no está permitida una extensión por más tiempo.

Los auditores tendrán mandatos de ocho años (ahora es de cinco) y no podrán  reelegirse. En la comisión de Diputados que se los selecciona debe haber mayoría de opositores.

Las localidades que aspiren a la categoría de municipio deberán tener una población estable de tres mil habitantes y acreditar la sustentabilidad social, ambiental y económica de manera que garantice su desarrollo. Aunque por razones de geopolítica, históricas o de área de frontera, se pueden constituir nuevos municipios con una cantidad menor de habitantes.

También se cambiaron las proporciones de habitantes para determinar la cantidad de concejales que tendrá cada municipio y se fijó como tope máximo 21 ediles.