En medio de otra sombría época festiva, con un nuevo record de más de 100 mil casos diarios, dos estudios en el Reino Unido que comparan la variante Ómicron con la Delta dieron "moderadas" buenas noticias. Según el estudio realizado por el Imperial College, la variante Ómicron tiene entre un 20 y un 25% de menos posibilidades de requerir una visita al hospital y entre un 40% de menor riesgo de concluir en una internación.
El estudio del Imperial College
El estudio del Imperial College, liderado por una de las máximas autoridades epidemiológicas británicas, Neil Ferguson, es el de mayor envergadura por el número de casos analizados: 56 mil de Ómicron comparados con 269 mil de Delta entre el 1 y el 14 de diciembre.
Ferguson no dudó en calificar los datos de “good news”, pero matizó el optimismo señalando que no cambian la proyección de unas tres mil hospitalizaciones diarias en enero debido a la superior transmisibilidad de la nueva variante. “Dada la alta transmisibilidad del Ómicron, estamos potencialmente ante el mismo riesgo de que el Servicio Nacional de Salud (NHS) se vea desbordado si los casos continúan creciendo a esta velocidad”, dijo Ferguson.
Para el pequeño porcentaje de gente que no se vacunó ni tiene anticuerpos por haber contraído con anterioridad el virus, el estudio halló que el riesgo de hospitalización era un 11% más bajo con Ómicron que con Delta. En los casos en que se había contraído con anterioridad la variante Delta, el riesgo de hospitalización se reducía a la mitad y los hospitalizados tenían un porcentaje menor de estadía: 0,22 días en comparación con 0,32 días.
En su comunicado de prensa el Imperial College reconoció que todavía no tiene suficiente data como para comparar el impacto a nivel de cuidados intensivos o muertes, aunque consideró posible que en ambas instancias haya un menor riesgo con Ómicron que con Delta.
El estudio en Escocia
El estudio llevado a cabo en Escocia es de menor magnitud que el del Imperial College, pero concluyó que el riesgo de hospitalización era aún menor: un 70% más bajo en el caso de Ómicron que el Delta.
El doctor Jim McMenamin, director de Covid 19 en el sistema de salud pública de Escocia, puntualizó que se trata de una buena noticia, pero que falta mucho para poder proyectar estos datos preliminares al conjunto de la población.
El estudio se centró en el número de hospitalizaciones que se registraron desde el 1 de noviembre, cuando Ómicron no había asomado su cabeza, hasta el 19 de diciembre, cuando está a punto de convertirse en la variante dominante. Cotejando las mismas variables de vacunación y contracción previa del virus, el estudio halló que el número de personas que terminaron hospitalizadas con Ómicron era mucho menor que con Delta.
En números esto significa que en vez de las estimadas 47 personas que hubieran terminado internadas con la variante Delta, solo 15 resultaron hospitalizadas con Ómicron. La debilidad de este dato es que la mayoría de los casos se encuentran en la franja etaria de entre 20 y 39 años: falta un análisis pormenorizado de sectores de mayor edad y vulnerabilidad.
“El impacto potencial de Ómicron no debe subestimarse”, aclaró el doctor McMenamin, “una menor proporción de un número mucho mayor de casos que requieren tratamiento puede significar un número sustancialmente mayor de gente que contrae una forma grave de Covid que requiere hospitalización".
La situación del coronavirus en el Reino Unido
Ambos estudios subrayan que con el actual nivel de restricción social – que el gobierno de Boris Johnson decidió mantener para el festejo navideño – no es suficiente para contener una avalancha de casos en las próximas semanas.
Los 106.122 casos y las 140 muertes registrados ayer en el Reino Unido son una indicación de que la idea en los días previos de que se había llegado a un techo de casos es prematura. Y este potencial crecimiento de los contagios tiene un impacto en la hospitalización que neutraliza la aparente mayor suavidad de Ómicron.
El NHS de Inglaterra registró 301 internaciones hospitalarias el 20 de diciembre, un 78% más que la semana anterior y el número más alto desde el 7 de febrero cuando la variante Delta reinaba a sus anchas. Ante estos números el Servicio Nacional de Salud anunció que tenía un plan de de emergencia que incluía el empleo de "hospitales de campaña" en los estacionamientos de los hospitales y la incorporación de personal médico del ejército .