“Los que vivimos en la frontera somos todos parientes”, dijo Alberto Jaimes desde Pozo Hondo, en Paraguay, en el límite con Misión La Paz del lado Argentino, al hablar con Salta/12. El pueblito paraguayo está a un lado del puente internacional, que se encuentra cerrado desde marzo de 2020 a raíz de la pandemia. Con las fiestas, el pedido de la reapertura de estos pasos se retoma, dado que “la gente cruza como loca de un lado a otro”, manifestó por su parte Walter Artalaz, también desde el lado paraguayo.
Al cierre del puente se suma el problema de las crecidas típicas de la temporada, que hacen difícil atravesar los ríos. Según un aviso del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI), de Bolivia, los ríos Pilcomayo y Bermejo van a permanecer crecidos al menos durante la Navidad y en algunos casos el aumento del caudal podría durar hasta los primeros días de la semana que viene.
“Hoy la gente no está trabajando y ayer (por el miércoles) a la tarde creció el río”, dijo por su parte Elena, vecina de Aguas Blancas, en el departamento Orán, al referirse a la situación del río Bermejo. Aunque medios de comunicación de la zona afirmaban que la gente preparaba barcas improvisadas para poder transitar estas aguas, Elena afirmó que “la gente está al costado de ambas orillas mirando nomás la creciente”. El 3 de marzo pasado, con la crecida de ese mismo río, un gomón que se pinchó y volcó terminó en una tragedia con dos personas fallecidas por el arrastre del caudal.
De un lado y otro de la frontera los trabajos derivados del cruce de mercadería permiten la subsistencia de habitantes locales. El llamado “bagayeo” (paso de mercadería de forma personal por pasos no oficiales) de lo que se compra “al otro lado”, suele ser más frecuente en la zona fronteriza de Aguas Blancas, en Argentina, que se ubica en el lado opuesto a la ciudad de Bermejo, en Bolivia, que tiene una importante zona comercial.
La situación es un tanto distinta en la frontera a la altura de Misión La Paz (en Santa Victoria Este, del departamento Rivadavia en Argentina) y Pozo Hondo (del lado paraguayo), en donde el cruce suele ser desde el vecino país para abastecerse de mercadería en la parte argentina. En octubre pasado se conoció además que también hay contrabando de grano de maíz molido desde la parte argentina hacia la paraguaya. El sistema incluye el alquiler de una habitación en Misión La Paz donde se acopia la mercadería para ser luego llevada al otro lado en gomones. El paso ilegal de la mercadería genera un trabajo informal en una zona con un alto índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI).
Verse en las fiestas
Sin embargo, según contó ayer Artalaz, la situación empezó a complejizarse en estos días, dado que hay familias de uno y otro lado del río que quieren verse en estas fiestas.
“La gente se está movilizando en gomones y lanchas”, contó el ciudadano paraguayo. Detalló que diariamente entre 30 y 40 personas pagan unos 2 mil pesos para cruzar el Pilcomayo. Este miércoles la crecida llegó al lugar y el cauce se puso un poco más peligroso. De todas maneras algunos tienen sus gomones preparados ya sea con motor, remos, o se valen de una persona que nada de orilla a orilla guiando el gomón. “Hay hermanos argentinos a los que no les permiten ir a su tierra”, sostuvo por su lado Jaimes, al quejarse de la falta de voluntad de reabrir el paso por el puente.
Desde la delegación salteña de la Dirección Nacional de Migraciones, en tanto, se explicó que legalmente “la única posibilidad de reabrir los pasos internacionales es como corredor seguro y hay que cumplir con toda una normativa. Y al pedido lo debe realizar la provincia”. Por el momento, en Salta solo el Aeropuerto Martín Miguel de Güemes y el Puente Internacional entre Salvador Mazza (Argentina) y Pocitos-Yacuiba (Bolivia) son los pasos habilitados oficialmente. Hasta ahora, la provincia no había enviado ningún otro pedido para la reapertura de los demás puentes internacionales.
El aviso oficial del SENAMHI indicó a los pobladores de la cuenca del Bermejo que “se espera aumento de niveles con alerta naranja en la cuenca del río Guadalquivir, afluente del río Grande de Tarija y cuenca baja del río Bermejo, para los días 22 a 24 de diciembre. Su incidencia en aumentos en la cuenca baja se espera desde el día 23 de diciembre en la zona de Orán y 24 y 25 de diciembre en Rivadavia Banda Sur y Norte”.
El aviso para la cuenca del río Pilcomayo, en tanto, informó de “un aumento de niveles en la cuenca alta del río y sus afluentes San Juan del Oro y Tumusla”, con “aumento de niveles con alerta naranja para los días 23 hasta 26 de diciembre”. “Para los ríos San Juan del Oro y Tumusla, aumento de niveles con alerta amarilla entre los días 20 hasta 27 de diciembre. Esto significa que a partir del día 22 de diciembre se observarán niveles en creciente en Villamontes y entre el 22 de diciembre hasta fin del año, esa creciente irá elevando los niveles en la cuenca baja desde Villamontes hasta la zona de los canales en Argentina y Paraguay”.
Rescate pero en lanchas no oficiales
Los últimos días de noviembre una persona de Paraguay desapareció cuando intentaba cruzar a nado las aguas del Pilcomayo .
Entre el 13 y 14 de diciembre la crecida del río generó que el cuerpo saliera a flote por la costa del Pilcomayo. Ante la falta de elementos de rescate, Artalaz junto a otro vecinos del Paraguay navegaron el río (que en algunas partes estaba turbulento), para rescatar el cuerpo. “Todo esto sucede porque nuestro puente internacional no abre y no entendemos entonces para qué está”, lamentó. Y es que los lugareños no terminan de entender cuál es el impedimento para la reapertura del puente, dado que gran parte de la población en esta frontera está vacunada.