El obispo Oscar Ojea, titular de la diócesis de San Isidro y recientemente reelecto como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) envío un mensaje a sus feligreses en el que el que subrayó la importancia de “la memoria agradecida” y advirtió que se ha debilitado y “estamos perdiendo el ejercicio de la memoria”. Según la máxima autoridad del Episcopado “la híper-conectividad nos conecta continuamente con el presente y con el presente virtual” y de esta manera “le damos menos tiempo a mirar lo que nos ha pasado y a reflexionar sobre lo que nos ha pasado”.

En su mensaje audiovisual grabado el obispo sanisidrense afirmó que “perdimos la memoria en alguna manera” y al hacerlo, “al perder arraigo, se desalienta, se ahoga la esperanza porque necesitamos la memoria para poder proyectar hacia el futuro”.

En la misma línea el obispo exhortó a dar gracias a Dios “por todo lo nos ha dado, nos ha hecho pasar por situaciones que en otro tiempo no hubiéramos imaginado que las hubiéramos podido sortear”.

Dijo además que “le damos gracias a Jesús y también ponemos en los pies del Niño Dios, el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas, de tantas familias que han perdido seres queridos, que han tenido enfermedades, que han estado lejos de sus hijos, de sus seres queridos”. Y pidió a Dios “la fuerza para seguir caminando, recibiendo toda su paz y su alegría y sabiendo que él viene a acompañarnos, que no nos deja solos, que ha venido embarrarse los pies con nosotros para hacer junto con nosotros el camino”.

Ojea comenzó su mensaje compartiendo la invitación a que “en esta Nochebuena, en esta Navidad, nos detengamos junto al Pesebre y poder orar al Niño Jesús junto a María, a José, a los pastores. A María, que es la primera adoradora del Niño Dios, le pedimos que nos preste un ratito su corazón; en primer lugar para poder hacer memoria agradecida de todo lo que Señor nos ha dado en este tiempo, es verdad aún en medio de oscuridad, de tiniebla cómo es este tiempo de pandemia que sigue durando de alguna manera, en medio de la incertidumbre frente al futuro, del desasosiego, del enojo, del desaliento, aparece la luz del Niño Jesús que nos hace acordar de aquellas cosas buenas que el Señor nos regaló, aún en medio de tormentas”.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina recordó e hizo suyo el texto bíblico del Deuteronomio en donde Dios le dice a su pueblo: “Acordate de tus 40 años en el que hicimos el camino juntos por el desierto, no se te hincharon los pies y no se te gastó la ropa". En consecuencia, dice Ojea, “démosle gracias al Señor que nos ha conducido en medio de este tiempo, en medio de esta tormenta" y "pidámosle que nos entregue su luz".

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