La comunidad LGBTI+ de Madrid lanzará esta Nochebuena su propia criptomoneda. Se trata de Maricoin, que tendrá circulación desde el 31 de diciembre en 25 comercios gay-friendly de España.
Lo de esta noche es una prueba piloto, de la que se sabe que cuenta con el apoyo de la acelaradora Startify y el protocolo de Algorand. El token está registrado bajo el código MRC y ya se pudieron concretar algunas transacciones de prueba. Además, hay lista de espera para conseguir esta criptomoneda, pese a que la web del Maricoin aun no está en funcionamiento. En realidad, son dos webs: maricoin.coin para las transacciones; y maricoin.org para divulgar el proyecto. El 25 por ciento de los tokens serán administrados por grupos de activistas los derechos LGBTI+.
El emprendimiento vio la luz en Chueca, un barrio de Madrid. Se podrá usar allí mismo y también en Barcelona, Ibiza y Maspalomas (Islas Canarias), pero la idea es alcanzar una expansión global. Se calcula que hay 7,5 por ciento de la población mundial en el colectivo LGBTI+, con lo que Maricoin podría mover hasta unos 5 mil millones de dólares por año.
Maricoin puede recibir parte de un millón de dólares en una ronda pública a la que acceden los proyectos de Algorand Miami Accelerator, que la desarrolló junto a otras nueve iniciativas. Se estima que en el primer trimestre del próximo año Maricoin podrá cotizar en los exchanges que soportan Algorand, con la idea de ingresar a Binance, el exchange más grande del mundo. En principio, en enero se emitirán Maricoins por 250 millones de dólares.
“Nuestra propia moneda nos unificará, nos dará poder en este mundo capitalista globalizado. Podremos ayudar a los demás. Personas que en este momento no tienen los mismos derechos que nosotros”, afirmó Juan Belmonte, uno de los impulsores del proyecto, en un video. “Si la economía gay fuera un país, sería la cuarta economía del mundo. Es hora de tener nuestra propia moneda”, añadió.
El CEO de Maricoin, Francisco Álvarez Cano, estimó que la criptomoneda podría ayudar a frenar la persecución contra los homosexuales. Hay 69 países que la castigan. El hecho de que sea una criptomoneda fácil de transferir y difícil de rastrear podría ayudar a quienes estén en riesgo.
Por lo que se sabe, está previsto que en dos años se disuelva la empresa que pone en marcha Maricoin para pasar a ser una DAO (Organización Autónoma Descentralizada), algo así como una cooperativa regida por los usuarios.
De momento, algo es seguro en el corto plazo: los organizadores quieren financiar las fiestas del orgullo gay de las principales veinte ciudades del mundo a través de este emprendimiento.