El gobierno nacional buscará ordenar, este lunes, los compromisos asumidos por las jurisdicciones provinciales en los consensos fiscales de 2017 y 2019 y darle una forma definitiva a una suerte de "armonización" y estabilidad jurídica a la aplicación de tributos que, el gobierno de Mauricio Macri calificaba de "altamente distorsivos", pero que explican la mayor parte de la recaudación fiscal de cada provincia.
El presidente Alberto Fernández aspira a poder firmar ese día a las 17, en Casa de Gobierno, el acta del nuevo Consenso Fiscal 2022, que establecerá topes máximos para alìcuotas de cuatro impuestos provinciales (Ingresos Brutos, Inmobiliario, Automotores y Sellos), pero protegiendo la autonomía y facultades tributarias propias de cada distrito.
El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anticipó que no asistirá ni adherirá al nuevo Consenso Fiscal, bajo el argumento de que "la Ciudad no va a firmar un Consenso que incluye aumento de impuestos".
Silvina Batakis, la secretaria de Provincias del Ministerio del Interior fue la encargada de desmentir los dichos de Larreta aclarando que "desde este consenso no promovemos ningún aumento de impuestos. Se trata simplemente de ratificar las alícuotas máximas que estaban vigentes en el 2019, en el 2020 y en el 2021, pero ahora las provincias tendrán la potestad. Lo único que hacemos es volver a darle autonomía política a cada provincia para que ellos decidan si aumentan o no, fijando un tope".
"Las provincias volverán a tener la autonomía que el macrismo les sacó con el consenso del año 2017", agregó enfáticamente. Además de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tampoco firmarán los gobernadores de La Pampa y San Luis, ya que no necesitan hacerlo porque no estaban involucradas en el consenso 2017.
Según el borrador del acuerdo que recibieron los gobernadores, las alícuotas máximas para el impuesto sobre los Ingresos Brutos son:
* Agricultura, ganadería, pesca y minería de 0,75 por ciento;
* Industria manufacturera, 1,50 por ciento;
* Construcción, 2,5 por ciento;
* Comercio, 5 por ciento;
* Hoteles y restaurantes, 4,5 por ciento;
* Comunicaciones 5,5 por ciento;
* Telefonía celular 6,5 por ciento;
* Intermediación y servicios financieros 9 por ciento --este es el impuesto que la Ciudad decidió aumentar el año pasado--;
* Actividades Inmobiliarias, empresariales y de alquiler 5 por ciento, y
* Servicios sociales y de salud 4,75 por ciento.
Los porcentajes son distintos ya que, como explicó Batakis, "lo que tratamos de hacer es que el impuesto sobre los ingresos brutos no le ponga freno a la actividad productiva".
Para los demás impuestos cuya compatibilización busca establecerse a través del nuevo consenso fiscal, las propuestas principales son las siguientes:
Impuesto inmobiliario
Se impulsa el funcionamiento de un Organismo Federal de Valuación de Inmuebles. El borrador que se le hizo llegar a las disgtintas jurisdicciones define que “Las Provincias y la CABA participarán en la determinación de los procedimientos y metodologías de aplicación con el objeto de lograr que las valuaciones fiscales de los inmuebles tiendan a reflejar la dinámica territorial".
La alícuota a aplicar sobre las nuevas valuaciones seráde entre 0,5 y 3% de la valuación fiscal.
Impuesto a los sellos
Las alìcuotas máximas que define el proyecto del consenso fiscal son:
* Transferencia de inmuebles, 3,5%;
* Transferencia de automotores, 3%;
* El resto de contratos y operaciones alcanzados por el impuesto, 2%.
Impuesto automotor
Se establece que la alícuota mínima anual del tributo será equivalente al 2% de una valuación del vehículo que será, como mínimo, el 95% de las valuaciones que surjan de la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y Créditos Prendarios u otras fuentes de información sobre el mercado automotor.
Endeudamiento responsable
El nuevo acuerdo incluye otros capítulos que tienen que ver con, por ejemplo, el endeudamiento responsable. Al igual que el año pasado y el anterior, se fijó que las provincias no podrán endeudarse en dólares.
Además, cualquier tipo de endeudamiento que tomen tendrá que ser utilizado para realizar obras de infraestructura, algo totalmente distinto a lo que sucedió durante el macrismo, que permitió endeudamientos sumamente elevados en dólares que trajeron trágicas consecuencias económicas para las provincias, como sucedió en Chubut.
Desde ahora, las provincias solo podrán incrementar el stock de deuda en moneda extranjera en los casos de líneas de financiamiento con organismos bilaterales o multilaterales de crédito, desembolsos pendientes, incrementos de stock generados por administración de pasivos, canjes o reestructuraciones y amortizaciones de capital.
Impuesto sobre la herencia
Una novedad del nuevo consenso es que las provincias y la Ciudad de Buenos Aires (si adhiriera) durante 2022 podrán legislar un impuesto a un aumento sobre la riqueza obtenida por herencias, legados, donaciones y anticipos de herencia. También incluye, según la propuesta enviada a los gobiernos provinciales, "cualquier otra transmisión que implique un enriquecimiento patrimonial a título gratuito".
Las tasas no fueron explicitadas, pero se sugiere que sean crecientes a medida que aumente el monto del patrimonio que se hereda o transmite.
Luego de firmarse, el consenso fiscal deberá ser enviado y aprobado por el Congreso Nacional y deberá pasar también por las legislaturas locales.