El gobierno intervino este lunes para tratar de evitar que clínicas, sanatorios y hospitales comiencen a cobrarles un copago del 9 por ciento a los afiliados de las prepagas a partir de enero. La Federación Argentina de Prestadores de Salud anticipó el domingo que reinstalará los copagos luego de que las prepagas les informaran que no les van a aumentar el mes próximo el monto de lo que le transfieren por cada prestación, tal como estaba previsto. La Superintendencia de Servicios de Salud aseguró en respuesta a esa negativa que el aumento a los prestadores de salud por parte de las prepagas está contemplado en el acta acuerdo oficializada a través de la resolución 2125/21. Por lo tanto, amenazó con sanciones si las prepagas no cumplen. Este martes el gobierno recibirá a las empresas para tratar de alcanzar un acuerdo.
La Superintendencia autorizó a fines de julio cuatro aumentos del 9 por ciento para las empresas de medicina prepaga. Según consta en la resolución 2125/2021, los primeros tres aumentos se aplicarían de manera consecutiva y acumulada en los meses de agosto, septiembre y octubre; y luego habría una última suba en enero del año que viene.
Contando también las subas autorizadas de 3,5 por ciento en marzo, 4,5 por ciento en abril y 5,5 por ciento en mayo, las compañías terminarán por ajustar sus cuotas este año en 47,8 por ciento y con la suba de enero el ajuste llegará al 61,1 por ciento de aumento acumulado en menos de un año. Por otra parte, a principios de este año el gobierno otorgó 227,7 millones de pesos a las obras sociales para compensar, de manera excepcional, las caídas en las recaudaciones de diciembre respecto de marzo que hayan tenido los agentes del seguro de salud en el contexto de la pandemia de coronavirus.
Las prepagas ya aplicaron los tres primeros aumentos autorizados a fines de julio y el mes próximo aplicarán el cuarto, pero hace algunas semanas le anticiparon a los prestadores que el 9 por ciento de aumento que les cobren a los usuarios no será utilizado para incrementar un 9 por ciento el monto que les pagan por cada prestación.
A raíz de ellos, los prestadores dejaron trascender que comenzarán a cobrar el prepago. Si la amenaza se concreta, los principales perjudicados serán los afiliados a las prepagas que el mes próximo deberán abonar un aumento de 9 por ciento y además comenzarán a pagar un copago de 9 por ciento por cada servicio que utilicen. De este modo, el aumento será doble ya que por un lado convalidarán la suba de las prepagas y por otro lado el copago de los prestadores cuando en realidad se suponía que el ajuste de las prepagas iba a darle respuesta también a los prestadores.
La Superintendencia dejó en claro este lunes por la tarde que busca evitar esa situación y anticipó que “dispondremos lo conducente a fin de aplicar las sanciones correspondientes con todas las herramientas vigentes y aquellas que la autoridad de aplicación defina”.
Por la mañana, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, había asegurado que de acuerdo a la ley de medicina prepaga, el cobro de copagos no necesita de una aprobación del Gobierno para ser instrumentado. No obstante, aclaró que el gobierno citó a las empresas para tratar de encontrar una solución al conflicto porque en los hechos el copago termina siendo como un aumento para los afiliados. "Lo que estamos tratando de hacer es de sentarnos con todos los actores que involucran este aumento para ver si podemos minimizar el impacto en la población", recalcó.
Una vez que se aplique la cuarta suba de 9 por ciento prevista para enero, una familia integrada por un matrimonio y dos hijos entre 6 y 12 años deberá destinar entre 11.711 y 33.577 pesos de sus ingresos a la medicina prepaga, dependiendo del tipo de servicio que contrate, de acuerdo al relevamiento del portal MiObrasocial. La cifra resulta exorbitante para muchos hogares y encima a esos valores podría sumársele un 9 por ciento adicional si finalmente se concretan los copagos.
Las prepagas insisten
con que no están en condiciones de otorgarle una recomposición a los
prestadores por el atraso que arrastran en la cuota. Sin embargo, al aumento interanual
de 61,1 por ciento que terminarán percibiendo a partir de enero se le suma también
el ajuste indirecto que las benefició en 2020, cuando la cuota estuvo prácticamente
congelada. Todos los trabajadores aportan el 8,1 por ciento de sus
salarios a las obras sociales que luego derivan a distintas prepagas. Por lo
tanto, el aumento de los salarios les significó también un aumento en sus
ingresos. Del total de la población argentina, 6 millones de personas utilizan
servicios de medicina prepaga y de ese universo 4,8 millones utilizan aportes
para pagar total o parcialmente la cuota. Apenas 1.2 millones de personas
abonan la totalidad de la tarifa en forma particular.