El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, rechazó la invitación del mandatario saliente, Sebastián Piñera, para acompañarlo en las cumbres de la Alianza del Pacífico y del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), las últimas a las que asistirá como presidente antes del fin de su mandato, el 11 de marzo. Después de la polémica generada en Chile, debido a que la información habría sido filtrada desde el Palacio de La Moneda, Boric le exigió a Piñera que estos temas sean abordados de forma directa entre ellos o sus equipos, "y no a través de la prensa".
El exlíder estudiantil pidió no interpretar su decisión como un "desaire" y aseguró que las relaciones internacionales serán "tremendamente relevantes" en su gobierno. A una semana de su histórico triunfo, las encuestas le sonríen a Boric: un sondeo de la consultora Cadem dice que, para el 55 por ciento de los chilenos, al mandatario electo le irá "bien" o "muy bien" en el gobierno.
"He decidido no asistir a la cumbre a la cual nos había invitado", aseguró Boric desde "La Moneda chica", la casona en Providencia desde la cual el presidente electo prepara su traspaso de mando. Subrayó que "las políticas de Estado y de relaciones son tremendamente relevantes" para él y su equipo, y que no quiere que "esto se entienda, en ningún caso, como un desaire de Estado".
"Nuestra prioridad hoy en día está en la conformación de equipos acá en Chile", agregó Boric, quien la semana pasada manifestó su intención de dar a conocer su gabinete antes del 22 de enero. El presidente electo también destacó que su gobierno le dará "prioridad" a la Alianza del Pacífico, y mencionó que ya mantuvo conversaciones con los mandatarios de otros países que forman parte del bloque, como el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el colombiano Iván Duque.
La cumbre del Prosur
Boric se refirió específicamente al punto más polémico de la invitación, que fue el llamado a participar de la cumbre del Prosur, que se realiza en paralelo a la de la Alianza del Pacífico, el 26 y 27 de enero en Colombia. El Prosur es un bloque fundado en 2019 por países gobernados por la derecha con el objetivo expreso de sustituir a la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur), promovida en 2008 por el expresidente venezolano Hugo Chávez en un periodo en el que llegaron al poder varios mandatarios progresistas en Latinoamérica.
La fundación del Prosur fue impulsada por Piñera y Duque y de la primera cumbre, que fue en Santiago, también formaron parte el entonces presidente argentino Mauricio Macri (2015-2019), el brasileño Jair Bolsonaro y el paraguayo Mario Abdo Benítez, entre otros. "Respecto al Prosur, nos parece que esa es una agenda propia del mandatario Piñera", consideró Boric, quien también señaló que el presidente saliente "está en todo su derecho" de haber impulsado una iniciativa de este tipo.
"Cuando nos toque asumir, desarrollaremos nuestra agenda regional en función de perspectivas de colaboración para los tremendos desafíos que tenemos a nivel regional y mundial: el combate a la pandemia, la crisis climática, la crisis migratoria y la cooperación tanto en lo económico como en el fortalecimiento de la democracia", agregó Boric en su breve contacto con la prensa.
La molestia con Piñera
La invitación de Piñera a Boric para participar en estas cumbres se conoció a fines de la semana pasada a través de los medios chilenos que informaron, en base a fuentes que no identificaron, que fue realizada personalmente el lunes 20 en la reunión mantenida entre ambos. Desde el equipo de Boric ya se había manifestado malestar por esta filtración de información que habría surgido del gobierno de Piñera.
La invitación generó aplausos en el oficialismo, que lo consideró un "gesto republicano", y molestia en los grupos afines a Boric, que consideraron que lo ponía en un lugar incómodo. La pertenencia a la Alianza del Pacífico no es cuestionada en Chile, ya que tanto derecha como izquierda la ven como una alianza comercial beneficiosa en términos económicos, pero el Prosur no es un bloque consolidado y una eventual participación sería leída más en términos ideológicos que de políticas de Estado.
"Le he manifestado también (a Piñera) que este tipo de cosas es importante que se conversen en persona y no por la prensa", contó Boric este lunes. "Tenemos la convicción de que en materia de políticas de Estado hay que ser cuidadosos para no entrar en debates que le hagan daño a la imagen país", agregó el presidente electo.
"Le he solicitado también tener esos resguardos a futuro", agregó el el presidente electo más joven y más votado de la historia chilena, quien sostuvo: "Vamos a buscar la mayor integración posible en América latina, con todos quienes estén disponibles para ello, yendo más allá de las afinidades ideológicas".
La decisión de Boric de declinar la invitación de Piñera deparó críticas inmediatas en el oficialismo. "Me parece que Boric va a empezar mal su futuro gobierno porque no entienden en la izquierda de gestos republicanos", dijo en su cuenta de Twitter el senador de la Unión Demócrata Independiente, Iván Moreira. En cambio el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, aseguró: "Personalmente no le he hecho ninguna recomendación, pero mi opinión francamente era que era casi innecesario ir. Creo que la medida que ha tomado es muy justa, la comparto plenamente".
Indicadores positivos para Boric
A la espera de su asunción, que será recién el 11 de marzo, la última encuesta de la empresa Cadem indica que un 55 por ciento de los chilenos opinan que al futuro gobierno de Boric le irá "bien" o "muy bien". En tanto, un 26 por ciento de los encuestados cree que con Boric le irá "regular" y un 13 por ciento que le irá "mal o muy mal".
En el sondeo se evaluaron varios atributos del presidente electo. Al respecto, un 79 por ciento cree que es tolerante a la diversidad, un 73 por ciento que conoce las necesidades de las personas, un 66 por ciento que será capaz de generar diálogos y acuerdos con todos los sectores políticos y un 61 por ciento que logrará dar paz y gobernabilidad a Chile.
Entre los temas prioritarios del próximo gobierno, los consultados pusieron en primer lugar, con un 27 por ciento, a la educación, la salud y la vivienda, mientras que un 21 por ciento mencionó al combate de la delincuencia, el orden público y el narcotráfico. Además se registró un crecimiento en cuanto a la confianza de la población en el proceso de la Convención Constituyente, que pasó del 52 al 57 por ciento.
En la encuesta también se evaluó la gestión del presidente saliente. Un 69 por ciento de los consultados desaprueba el trabajo de Piñera, mientras que un escaso 27 por ciento lo respalda.