No volaron vasos de vidrio. Fue una primera buena señal para la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, que se reunió por primera vez luego de la feroz interna radical y de la más aguda interna en el interbloque de la alianza, que terminó con una cacería mediática de los diputados propios que faltaron a la última sesión. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, intentó impulsar algún tipo de sanción para los que estaban de viaje, pero le frenaron el carro. La discusión sobre cómo ordenar el interbloque de Diputados, fragmentado en diez bloques, y sobre quién lo conducirá quedó para dentro de algunos meses.
La alianza opositora viene de días de mucha pelea interna. Primero, debió afrontar la salvaje pelea por la conducción de la UCR, que terminó con dos bloques separados de radicales en Diputados (existe la promesa de volver a unirlos en unos meses). En esa instancia, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, prometió que en la siguiente reunión de la mesa nacional lo iba a encarar a Horacio Rodríguez Larreta para que diera explicaciones sobre por qué había roto el bloque radical ofreciéndole favores a diputados de la UCR. ¿El resultado? Las reuniones de la mesa nacional se suspendieron sin fecha, hasta este lunes (hay que decirlo: el tiempo que estuvieron sin reunirse fue menor que el que pasaron distanciados después de las peleas de Larreta y Vidal con Macri en 2020). Según participantes del encuentro, la promesa de Morales no se cumplió. "Será algo que habrán hablado el privado", hipotetizaba un integrante de la mesa.
También en las últimas dos semanas pasaron por la victoria pírrica con el rechazo del Presupuesto (que dejó muchas discusiones internas, algunas de las cuales Elisa Carrió hizo públicas al cuestionar a sus socios) y por una sesión en la que perdieron por un voto con la ley de Bienes Personales, cuando tenían tres diputados ausentes, dos de ellos de viaje. Esto desató una verdadera cacería de los propios en medios afines a Juntos por el Cambio y en las redes sociales. Se llevaron la peor parte un diputado cercano a Larreta y otra legisladora del sector de Martín Lousteau, que no tuvo mejor idea que decir: "Pensé que el año legislativo había terminado".
Pese a la escalada mediatica, en el comunciado que difundieron posteriormente no le dedicaron una línea al tema. Según pudo saber este diario, en la reunión fue Bullrich la que quiso avanzar con algún tipo de sanciones a los que faltaron (se llegó a hablar de pedirles la renuncia), pero se encontró con un rechazo fulminante. Y el tema quedó ahí.
Tampoco hubo avances significativos en uno de los grandes problemas que tienen: el interbloque fragmentado y sin conducción. La decisión fue pedir mayor coordinación a los jefes de bloque mientras se discute la presidencia del interbloque hacia marzo (la sesión de Bienes Personales dejó en claro que ni siquiera tenían aceitado el poroteo de con cuántos votos contaban). Hubo, en esa línea, una autocrítica sobre la forma algo improvisada y triunfalista con la que convocaron a esa sesión especial, sin tener ni siquiera garantizado el quórum. Y también por el hecho de que la mesa nacional no se metió a ordenar la situación, que terminó en derrota.
Fue una reunión con "buen clima", dijeron, con Macri conectado de forma virtual. Por fuera de estos temas espinosos, la declaración posterior intentó dar un aire de buenas ondas en la alianza opositora. Fue un día después de que Mauricio Macri amenazara a quienes quisieran irse del espacio: "Cualquiera que hoy se equivoque y saque los pies del plato de Juntos por el Cambio, desaparece", aseguró.
El comunicado de la reunión sostuvo que la mesa destacó sobre el pacto fiscal "respetar y avalar las decisiones de los gobernadores y el jefe de Gobierno, en el marco del compromiso asumido en la campaña electoral de no crear nuevos impuestos ni incrementar los existentes, para lograr el impulso al trabajo y la producción, tan necesarios en este momento de la Argentina".
Además, indicaron que se consensuó una nueva conformación con las autoridades partidarias recién designadas (Morales, básicamente) y los nuevos jefes de bloque, a los que se suman -al igual que antes- el jefe del gobierno porteño, los gobernadores radicales y el ex presidente. También resolvieron crear "una mesa federal de los partidos de distritos con representación parlamentaria nacional". Y, en la misma línea, acordaron "conformar las mesas de Juntos por el Cambio en cada una de las 23 provincias y en la CABA; con una conformación estándar que tendrá en cuenta las características locales". Y destacaron que en abril habrá un congreso nacional de JxC.
También sostuvieron que en este trimestre elaborarán un "reglamento de funcionamiento y el sistema de toma de decisiones de la conducción nacional de Juntos por el Cambio". Se trata algo similar a la guía de buenas prácticas de campaña que quisieron diseñar para las PASO.
"Fue muy buena la reunión. Básicamente se sentaron las bases de funcionamiento institucional de Juntos por el Cambio", sostuvo el senador Humberto Schiavoni tras el encuentro, mientras que su par radical Luis Naidenoff consideró que "fue una reunión muy positiva. La principal responsabilidad que tenemos es no solamente articular oposición responsable, sino también construir alternativas". Un poco de flores y buena onda después de semanas de sacarse los ojos.