La historia queda marcada por las grandes hazañas o los logros que consiguen dejar una huella imborrable. Kevin Benavides ingresó en ese grupo cuando ganó por primera vez el Rally Dakar en motos, en enero de 2021 en Arabia Saudita.
El joven nacido en Salta fue el primer sudamericano en adjudicarse la competencia, luego de cinco años participando en esta carrera. El desafío para Benavides será defender lo obtenido con un nuevo equipo: dejó Honda para incorporarse a KTM.
--¿Tenés un compromiso extra para el próximo Dakar por ser el campeón?
--Creo que al haber ganado el anterior me siento más liberado que otros años. En el sentido que no tengo la presión de ganar. Como ya conseguí la victoria lo puedo encarar un poco más relajado. Lógicamente, voy con el objetivo de ganar y defender el título, pero siento menos presión que antes.
--¿Cómo manejás el aspecto psicológico para afrontar un Dakar?
--Hago un trabajo muy grande junto a mi psicólogo, Gustavo Ruiz, y nos enfocamos muchísimo en ese aspecto. El Dakar es muy difícil, son muchos días, y la parte psicológica tiene un papel fundamental. Como entreno lo físico también entreno lo psicológico, esa es la manera de afrontarlo.
--¿Aparece el miedo con frecuencia en la competencia?
--Sí, siempre está presente. En realidad, el deporte es muy peligroso y siempre se va al límite. No se piensa en el miedo como algo malo, pero hay que tener precaución en algunos momentos. Lo importante es manejar la cabeza para cuando aparezcan estos miedos negativos, y darlos vuelta para transformarlos en positivos. Hay que trabajar mucho la parte psicológica, no es fácil, porque lo psicológico es difícil de aplicar durante la carrera. Hay que estar enfocado en ese momento, no pensar en el pasado ni en el futuro.
--¿Creés que el argentino tiene un plus especial para participar de esta competencia?
--Creo que nosotros teníamos un plus en contra, por eso el haberlo ganado como piloto argentino y sudamericano fue muy importante. En este deporte, los pilotos europeos son los que más facilidades tienen de entrar al mundo del enduro y motocross. Al piloto latino siempre lo miran de una manera diferente. El haber llegado a la victoria fue como demostrar que los latinos tenemos fuerza. En ese sentido teníamos una desventaja, pero ahora estoy yo, mi hermano (Luciano), Franco Caimi, tres pilotos que en la historia del deporte no había sucedido. Con esto demostramos que somos fuertes y podemos lograrlo, pero hasta hace un par de años nos miraban muy de lejos.
--¿Cómo ves a las nuevas camadas de motociclistas?
--En Argentina no hay nuevas camadas que se vayan a presentar en el rally en el futuro cercano. Diego Llanos es un chico que viene del enduro y va a participar ahora, él sería un nuevo integrante. Y después no está tan claro el panorama. A nivel mundial hay una nueva generación, unos chicos australianos, sudafricanos y de Estados Unidos. Ellos son los que vienen mejor, y en un par de años estarán peleando arriba.
--¿Qué expectativas te genera haber pasado de Honda a KTM?
--Una expectativa muy grande, yo me embarqué en este desafío, y me podía haber quedado en Honda, donde estaba muy cómodo. Pero me gustan los desafíos, y al haber conseguido el triunfo con Honda sentí que ya le había dado la victoria. Justo terminaba mi contrato y decidí cambiarme. KTM tiene mucha experiencia en la categoría, y quiero ser el primer piloto en ganar con dos marcas diferentes, que no lo ha hecho nadie. Eso me motivó a hacer el cambio.
--¿Ese sería tu objetivo personal?
--Básicamente sí. El Dakar es lo máximo que hay, no hay otra carrera más importante. Para sabor personal, me podría haber quedado en Honda y conseguir otra victoria más, pero podía buscarla con el desafío de ganar con dos marcas diferentes. Eso lo hace más emocionante.
--Después del título, ¿te sentís con otro grado de maduración?
--El Dakar cada año te hace madurar. Yo gané luego de cinco participaciones, y de cada uno vas sacando experiencia y vas madurando. Además, con el paso del tiempo uno también va creciendo como piloto. En el Dakar hay que usar mucho la cabeza, ser inteligente, constante, llevar una muy buena velocidad, algo que nosotros, en estos cinco años, lo hemos aportado. En ese momento estaban (el español) Marc Coma y (el francés) Cyril Despres, que habían ganado cinco Dakar cada uno durante años. Desde el 2015 se marcó una nueva tendencia, con una nueva entrada de pilotos. Y el ritmo de la carrera cambió muchísimo, hoy es una carrera de motocross de cuatro horas, porque se va muy fuerte, a un 90 o 95 por ciento durante toda la etapa. Cada año se hace más difícil.
--¿Cuánto tiempo te lleva preparar un Dakar?
--Cuando terminás un Dakar empezás a pensar en el otro. Cuando terminó el último me tomé 20 días de vacaciones y empecé a entrenar para los otros desafíos, que son las carreras del Mundial de Rally, que son varias durante el año. Por eso estás muy activo. Los entrenamientos se intensifican los últimos cuatro meses, para llegar a diciembre puliendo detalles. En Salta, mi tierra, hay buenos lugares para entrenar, y también nos trasladamos a Belén y Fiambalá, que son zonas tradicionales donde el Dakar pasó anteriormente.