El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció que no permitirá que su hija de 11 años sea vacunada contra la covid-19 a pesar de que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) autorizó la vacunación de niños y niñas de entre 5 y 11 años. Desde las asociaciones médicas de Brasil registraron unas 2.500 muertes de menores de 11 años. Mientras, la Corte Suprema de Brasil pidió a la Procuraduría General investigar si Bolsonaro cometió algún delito en las declaraciones en las que amenaza al personal técnico de la Anvisa.
En contra de la ciencia
"Espero que no haya interferencia del Poder Judicial porque mi hija no se vacunará, dejo eso muy claro; ella tiene 11 años de edad", manifestó Bolsonaro sobre la decisión de la Anvisa. Se trata de Laura, la hija menor del mandatario y su esposa Michelle Bolsonaro. Desde que la Anvisa autorizó la inmunización de niños menores de 11 años, Bolsonaro lanzó una campaña pública contra los científicos del organismo de control sanitario. El presidente brasileño incluso llegó a amenazar con publicar los nombres de los trabajadores del ente regulador para que la población “los conozca”.
El mandatario de ultraderecha asegura que no se vacunó contra la covid-19 y puso su historial de vacunación bajo secreto de Estado. Mientras que la primera dama brasileña se vacunó en Nueva York durante el viaje realizado en septiembre con el motivo de la apertura de la Asamblea General de la ONU. Previamente, Michelle Bolsonaro había salteado su turno en el Sistema Unico de Salud (SUS), la red pública brasileña.
Bolsonaro amenaza a científicos
En tanto desde el Supremo Tribunal Federal, la corte suprema brasileña,
el juez Ricardo Lewandowski solicitó al fiscal general
investigar si Bolsonaro cometió algún delito por amenazar a los científicos
de Anvisa que autorizaron la vacunación para niños y niñas. La
intimidación a los científicos fue lanzada por el mandatario durante el
programa semanal que transmite por Facebook.
"Yo pedí, extraoficialmente, el nombre de las personas que aprobaron la
vacuna para niños a partir de 5 años. Queremos divulgar el nombre de
esas personas para que todo el mundo tome conocimiento de quiénes son y, obviamente, formen su juicio", expresó el mandatario.
Desde la Anvisa denunciaron que el organismo es víctima de un "activismo político violento". La agencia emitió un comunicado en el que repudia y condena "cualquier amenaza, explícita o velada, que constriña,
intimide o comprometa el libre ejercicio de las actividades
regulatorias".
Según el diario Folha de Sao Paulo, "Anvisa solicitó pero no recibió protección policial para sus altos mandos y los técnicos más expuestos". El presidente de la agencia, Antonio Barra Torres, confirmó que la aprobación se basó en estudios de seguridad y eficacia además de datos epidemiológicos. "Nuestro país presenta cifras expresivas de mortalidad en este grupo de edad", dijo citado por Folha.
El ministro de Salud no tiene "prisa"
Según Bolsonaro, el ministerio de Salud debe emitir la reglamentación de la autorización de la vacunación infantil para el cinco de enero. Aunque en Brasil está autorizada la aplicación de la vacuna Pfizer para niños y niñas de entre 5 y 11 años, el gobierno todavía no cuenta con las dosis pediátricas de ese laboratorio. Hasta ahora, al menos 12 estados ya adelantaron que no van a aceptar pedidos de autorización de madres y padres o una prescripción médica como incita Bolsonaro.
Por su parte, el ministro de Salud Marcelo Queiroga, optó por no incluir a los menores de 11 años en el plan nacional de inmunización contra la covid y dijo que a comienzos de enero revelará su decisión. A pesar del avance de la variante Ómicron en el país, para Queiroga “no existe prisa” para vacunar a los niños. El ministro además afirmó que la muerte de chicos por covid-19 en Brasil está en “niveles aceptables”.
Las declaraciones de Queiroga provocaron la indignación de asociaciones médicas que registraron unos 2.500 fallecimientos de niños y niñas menores de 11 años. En línea con Bolsonaro, la intención del ministerio es recomendar la vacuna para menores de 11 años pero sin hacerla obligatoria y a su vez condicionando la inoculación a la presentación de una prescripción médica y de un consentimiento firmado por los padres. Queiroga es el cuarto ministro en ocupar la cartera sanitaria desde el inicio de la pandemia. Fue nombrado en marzo de 2021 para reemplazar al oficial del ejército y hombre de confianza de Bolsonaro, el general Eduardo Pazuello, un militar sin experiencia médica.
Actualmente Brasil cuenta con el 67 por ciento de la población inmunizada con la pauta completa, mientras que un 10 por ciento de los brasileños cuentan con la dosis de refuerzo.
Desde el 11 de diciembre las plataformas digitales del ministerio de Salud se encuentran inaccesibles tras ser atacadas por hackers. En este contexto, los datos sobre contagios, muertes y avance en la vacunación en la página del Consejo de Secretarías de Salud de los estados son incompletos.