En la última audiencia del año por la desaparición forzada seguida de muerte de Franco Casco, finalizó la etapa de declaraciones indagatorias a los 19 policías acusados con diferentes grados de responsabilidad. "Esperamos condenas", dijeron Ramón Casco y su hija Malvina, padre y hermana del joven que tenía 20 años en octubre de 2014 cuando salió de la casa de su tía, en Empalme Graneros, hacia la estación de trenes para regresar a Florencio Varela, donde vivía, y fue detenido en la comisaría 7ma. Su cuerpo fue encontrado más de veinte días después en el río Paraná. El 8 de febrero continúa el debate con el inicio de los más de 200 testimonios que están previstos. 

La tercera jornada del juicio oral y público que se desarrolla en los Tribunales Federales de Rosario estuvo acompañada por la Multisectorial contra la Violencia Institucional y otras organizaciones sociales que dijeron presente en el "aguante" a la familia, desde el primer día. 

Dentro de la sala de audiencias, uno por uno, una docena de imputados -otros seis, incluido el comisario, declararon en la audiencia anterior- se sentó ante el tribunal, dieron sus datos personales, y en su mayoría decidieron no hacer declaraciones, aunque sí fueron leídos los testimonios que dieron durante los primeros momentos de la investigación. Según esos escritos, todos se declararon inocentes y negaron las acusaciones. Algunos dieron cuenta de cuáles eran sus horarios y funciones dentro de la seccional de barrio Agote, donde insistieron con que Franco fue detenido el 7 de octubre y liberado esa noche, mientras que la acusación de la Fiscalía Federal y querellantes es que fue arrestado la noche del 6.

Malvina, una de las hermanas de Franco que ayer presenció la audiencia con su papá y otra hermana, aseguró que en estas fechas, como son las fiestas de fin de año, la situación "pesa". De todos modos, se manifestó esperanzada. "Por lo menos empezó el juicio y no vamos a parar. Lo que sabemos es que ya queda menos. Esta espera es de toda la familia, juntos. Terminamos el año con un poco más de fuerzas para seguir el año que viene. No es fácil, pero estamos bien", señaló.  

El debate que continuará durante el primer cuatrimestre de 2022, según se estima, está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario, integrado por los jueces Omar Paulucci, Eugenio Martínez Ferrero y Ricardo Moisés Vázquez. Entre los acusados con diferentes participaciones hay diecisiete policías de la comisaría 7ma. También son juzgados dos agentes de la Unidad de Asuntos Internos, imputados por encubrimiento agravado.

Según expresa la teoría fiscal, el 29 de septiembre de 2014, Franco llegó a Rosario desde Florencio Varela para visitar a unos familiares. En la tarde del 6 de octubre se fue de la casa de su tía paterna hacia la Estación de Trenes Rosario Norte, donde a la medianoche iba a tomar un tren para regresar a Buenos Aires. Sin embargo, "ese mismo 6 de octubre fue interceptado y detenido por agentes de la comisaría 7ma. De acuerdo con el testimonio de otros detenidos, Casco fue aislado en un calabozo de la dependencia policial en calidad de 'demorado' mientras averiguaban sus antecedentes. Durante la madrugada del 7 de octubre, el joven fue golpeado y torturado: los demás internos lo escucharon gritar y pedir auxilio, hasta que se hizo silencio y no se supo más nada de él", resume la página de fiscales.gob.ar sobre la acusación.

Con la primera etapa del juicio finalizada, la nueva cita a acompañar el debate es para febrero. "Allí nos reencontramos para seguir construyendo justicia", expresaron desde a Multisectorial. "Esperamos que el 2022 sea el año en que el Poder Judicial condene a les responsables de la desaparición, torturas y muerte de Franco y repare parte del daño causado a sus familiares, amigues y a la sociedad en su conjunto".