“El pueblo no dejará las calles de Río de Janeiro hasta recuperar sus derechos y hasta que no vea a Michel Temer caer. Este desgobierno ya no puede gestionar este país: ¡El pueblo decide!” y también “Armaron una crisis, derrocaron a Dilma, pero ahora el golpe final es nuestro, de los trabajadores” es lo que dicen los carteles y pancartas que en estos momentos circulan por las calles de Río. Desde temprano, el pueblo de Brasil toma nuevamente las calles para exigir que se adelanten las elecciones directas -pautadas para octubre de 2018- y la renuncia del presidente de facto Michel Temer, investigado por corrupción por el Supremo Tribunal Federal (Corte Suprema), tras denuncias que lo involucran en el pago de coimas.
Temer, que en los últimos cuatro días tuvo que salir dos veces a negar su renuncia, intentó hoy evitar la huida del gobierno de su mayor sostén político, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), también arrastrado por las delaciones de sobornos del frigorífico JBS, la mayor empresa global de carnes procesadas. El Consejero Flávio Pansieri, de la Orden de Abogados de Brasil, complicó todavía más la situación del golpista al expresar que las acusaciones contra él, significan un delito de responsabilidad.
“Los audios fueron la gota que derramó el vaso. El gobierno del golpista de Michel Temer es el gobierno con menos aprobación de la historia de Brasil, un gobierno sin el más mínimo sustento popular y que está siendo abandonado por su base aliada. Este es un momento que prácticamente toda la sociedad identificó como emergencia social. El pueblo está en las calles exigiendo cuál es la salida que quiere”, grita a través de un altavoz un manifestante de los cientos que se congregaron en una completamente colmada Avenida Paulista, una de las principales de San Pablo.
"Además de derribar al gobierno de Temer debemos luchar por la campañas de elecciones directas y presentar un plan de emergencia al país", dijo uno de los organizadores de las marchas en San Pablo, Joao Paulo Rodrigues, del Movimiento campesino Sin Tierra (MST). El MST, el PT y la Central Única de Trabajadores están entre las principales organizaciones convocantes a los actos de protesta que estos momentos claman por “Directas Ya”, consigna surgida en los 80, al final de la dictadura que terminó imponiendo comicios indirectos para asegurarse una transición tutelada. Uno de los objetivos de las protestas es reclamarle al Congreso que trate un proyecto de enmienda constitucional para que las elecciones directas puedan ser celebradas este año.
Unas 50.000 personas se manifestaron en Belo Horizonte, en la mayor concentración de la jornada. También hubo protestas en todas las capitales del país, con mayor adhesión en Salvador, Fortaleza, Recife y Belén. Estas protestas son además la antesala para la marcha "Ocupa Brasilia", que el próximo miércoles 24 seguirá pidiendo la renuncia de Temer.