Rosario se convirtió en la ciudad más calurosa del país, al menos ayer a las 15, cuando el termómetro marcó los 38,6°, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El podio fue compartido con Sunchales, que también tocó los 38,6°. A la altísima temperatura se le sumó una muy baja humedad y un leve viento sumamente caluroso, lo que complicó el panorama. Es que con el calor, la demanda energética no para de crecer, y de acuerdo a la EPE ha tenido picos de crecimiento del 55% interanual. El presidente de la EPE, Mauricio Caussi, atribuyó el problema no sólo a las altas temperaturas y al consecuente aumento de la demanda, sino en parte, al "proceso de recuperación económica". Por eso ayer mismo se puso en marcha un programa para mitigar fallas a través de un mecanismo preventivo de cortes rotativos. Se aplican según el tablero de los 400 cables distribuidores en los que se detecte que el consumo supera el 90 por ciento de su capacidad, con interrupciones que alternarán según cómo se encuentre el parque eléctrico, y con la premisa de no sacar de servicio a la totalidad de los clientes conectados al distribuidor sobrecalentado.

Es que ya van 15 días de temperaturas por encima de los 35° y no parece que la situación vaya a cambiar a la brevedad. Es más, recién el sábado podría haber un leve respiro, ya que se anuncian posibles tormentas aisladas por la madrugada.

Los cortes de luz afectaron a la zona norte, la zona sur, el centro y Pichincha. Algunas interrupciones del servicio habían comenzado el lunes, otros ayer mismo. Son cinco cables de los 400 que tiene la ciudad que están fuera de servicio. Caussi no pudo ayer dar certezas en torno de la normalización total.

El malestar no se ocultaba, sobre todo en los comerciantes.  Los locales que no tienen generador propio no abrieron sus puertas y había angustia en aquellos que podían perder su mercadería que estaba guardada en heladeras. En sectores del centro, desde el lunes a las 19 no había luz. Los locales a oscuras, temían por los robos. Mientras los generadores se acumulaban en la puerta de los negocios. Sin posnet, y la imposibilidad de probarse la ropa, las ventas de fin de año fracasaban.

Ayer los sectores críticos eran Garay, Seguí, Buenos Aires y Sarmiento. También Santa Fe, San Luis, Maipú y Entre Ríos. De igual modo Callao, España, Rioja y Montevideo. Otro sector afectado fue Centeno, Arijón, Serrano y Mitre, y también San Lorenzo, Córdoba, Urizar y Tarragona.

 Al calor intenso y los cortes se sumó el lunes por la noche una protesta de vecinos , en la propia sede de la EPE de boulevard Oroño, que impidió el ingreso y egreso del personal operativo que retrasó tareas asociadas al plan de contingencias.

El responsable de la EPE enfatizó la importancia de "poner en contexto la situación climática". Sobre ese punto, remarcó:  "Hemos tenido quince días consecutivos con temperaturas máximas de 35 grados o más y con mínimas de no menos de 20 grados". 4 o 5 grados más de promedio de temperatura que en diciembre de 2020. 

Además, destacó que se incrementó la demanda en relación al mismo período del año pasado. "Santa Fe está generando un proceso de recuperación económica y productiva. Lo muestran los indicadores de comercio interior, de recuperación industrial y de recuperación del empleo. Esto impacta claramente en la demanda y hay un efecto no deseado que es esto (los cortes) que estamos viendo particularmente en  Rosario", se explayó.