Dos exagentes de inteligencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1974-1990) en Chile fueron condenados a diez años de prisión por el asesinato del abogado y dirigente de izquierda, Fernando Valenzuela. Además de la pena de cárcel para Pedro Espinoza y Miguel Krassnoff, la Corte Suprema los condenó a pagar 260 millones de pesos chilenos (304 mil dólares) a la familia de la víctima por daño moral. La condena representa parte de la reparación integral que necesitan los familiares y las víctimas de la dictadura en el país trasandino, un proceso que aún es una deuda pendiente que el electo presidente Gabriel Boric intentará empezar a saldar.
En un fallo unánime, el máximo tribunal chileno rechazó un recurso de casación y confirmó la sentencia condenatoria para quienes fueran agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). La sentencia procedía del Tribunal de Apelaciones de Santiago, que condenó a Espinoza y a Krassnoff a diez años y un día de prisión en calidad de autores del delito, aunque estos la habían recurrido al asegurar que existía un error en la acusación.
En concreto, la defensa sostenía que no estaba acreditada la participación de Espinoza en los hechos investigados. Sin embargo, la Corte estableció que "al no haberse demostrado una aplicación errónea de la ley atingente a la causal de infracción a las leyes reguladoras de la prueba, los hechos demostrados en la sentencia resultan inamovibles", por lo que queda demostrada "con claridad la intervención de Espinoza Bravo como autor del delito de homicidio calificado, discernimiento que no merece reproche a este Tribunal".
En 2019, la Corte de Apelaciones de Santiago había condenado a los exagentes de seguridad a cinco años de cárcel por el secuestro calificado de la militante socialista María Galindo Ramírez. Krassnoff es uno de los militares que más condenas acumula por delitos de lesa humanidad durante la dictadura pinochetista.
Semanas atrás, cuando todavía estaba en campaña presidencial, el entonces candidato de ultraderecha José Antonio Kast defendió la idea de pedir un indulto para Krassnoff, condenado a más de 800 años de cárcel por torturas y crímenes de lesa humanidad. "El gobierno militar, o dictadura como le dicen, o régimen, terminó hace 30 años (…) Siempre he planteado que nadie merece morir en la cárcel", había declarado Kast al respecto, agregando: "Yo tengo un proyecto de futuro, un proyecto que invita a las personas a soñar por un Chile distinto".
La tenebrosa DINA
En su fallo, la Corte recordó que la DINA fue una "estructura organizada, jerarquizada, con medios propios, recintos de detención" a cargo de un Director General "que ejercía el mando nacional y al cual se encontraban supeditados todos sus miembros".
La DINA fue la agencia de seguridad creada por Pinochet cuando tomó el poder tras el golpe de Estado al presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973. Desde esta instancia, integrada por miembros de las Fuerzas Armadas y Carabineros, se ordenaron cientos de secuestros, torturas, asesinatos y desapariciones de militantes de partidos políticos y organizaciones de izquierda.
De la DINA dependían diferentes brigadas, entre ellas la denominada Caupolicán, cuyo objetivo era combatir el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), directamente relacionado con la víctima de esta investigación. Esta sección de la DINA, precisamente, era coordinada por los condenados Krassnoff y Espinoza.
El asesinato de Valenzuela
El 19 de noviembre de 1974 Fernando Valenzuela, miembro del Comité Central y Jefe de Informaciones del MIR que en ese entonces vivía en la clandestinidad, se iba a encontrar con otro militante en la zona de Recoleta, en Santiago de Chile. Según la versión de las autoridades, en momentos en que se desarrollaba un operativo de seguridad para detenerlo en la calle Santa Filomena, el abogado extrajo una pistola y le disparó a sus aprehensores, quienes respondieron causándole la muerte. Pero con el tiempo la justicia comprobó que ese relato era falso.
En efecto, vecinos que oficiaron como testigos señalaron que cuando Valenzuela caminaba por la calle, un individuo le gritó para pedirle que frene. Valenzuela se dio vuelta e inmediatamente recibió una ráfaga de ametralladora. Los dos disparos en el tórax y el cráneo lo dejaron sin vida.
A continuación los agentes de la DINA recogieron y subieron el cuerpo del militante de izquierda a la camioneta que los transportaba. El cadáver finalmente fue encontrado por sus familiares en el Servicio Médico Legal.
Durante el gobierno de facto de Pinochet cerca de 28 mil personas fueron torturadas, 3.197 fueron asesinadas y unas 200 mil fueron obligadas al exilio, según cifras oficiales. La dictadura comenzó el 11 de septiembre de 1973 y terminó el 11 de marzo de 1990, casi 17 años de un régimen represivo que impuso el terror contra cualquiera que osara oponerse a Pinochet.