Complicado con el promedio, ayer Temperley obtuvo un triunfo que puede ser clave para zafar del descenso al derrotar en su estadio por 3 a 0 a Colón, que resignó un invicto de diez partidos (siete victorias y tres derrotas).
El equipo de Eduardo Domínguez salió a presionar bien alto a un rival que siempre cuidó la pelota y priorizó jugar por abajo. Sin embargo, los santafesinos repitieron los errores de los últimos dos partidos, y una buena combinación entre Figueroa y Peralta, quien definió de gran manera ante la salida del arquero Broun, terminó con las aspiraciones de la visita. Es que desde la apertura del marcador, Temperley se paró mejor y trasladó el foco del trámite al mediocampo, sector en que se hizo fuerte por la entrega de sus jugadores, y redujo a la mínima expresión a la dupla ofensiva compuesta por Leguizamón y Blanco.
Ya en el complemento, el local mostró mucha inteligencia para aguantar la ventaja y contó con la fortuna en un disparo de media distancia de Zárate, que se desvió en el camino, para vencer la resistencia de Broun. De esta manera, con un trabajo prolijo y pasajes de buen fútbol, los dirigidos por Gustavo Alvarez consiguieron un triunfo importante, al que Lucas Mancinelli le puso cifras definitivas luego de una excelente contra.