La única certeza sobre el futuro de la primera causa que destapó el escándalo del espionaje y el armado de causas en la era macrista es que pasó a los tribunales de Comodoro Py por decisión de la Cámara Federal de Casación Penal. Sin embargo, en lo que va de la semana ya dos jueces, María Eugenia Capuchetti y Ariel Lijo, rechazaron hacerse cargo de la investigación que orbita alrededor del falso abogado Marcelo Sebastián D’Alessio y tiene al fiscal federal Carlos Stornelli como uno de los imputados estelares.
El lunes, el juez Martín Bava –que subroga en Dolores desde que Alejo Ramos Padilla dejó el juzgado para mudarse a La Plata– envió la causa D’Alessio a los tribunales de Comodoro Py, como le habían ordenado los casadores Guillermo Yacobucci, Eduardo Riggi y Javier Carbajo.
El martes, la jueza Capuchetti rechazó hacerse cargo del expediente porque explicó que a ella le miraron sus movimientos migratorios desde la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y debería inevitablemente investigar la estructura de inteligencia. Lijo salió sorteado, pero este miércoles le devolvió el expediente a su colega. Para el titular del Juzgado Federal 4, no hay elementos para que Capuchetti se aparte porque no se está investigando en la causa el uso de las bases de Migraciones y, por otro lado, respondió que, en tal caso, él también debería excusarse porque sus ingresos y salidas también fueron observados durante el macrismo.
La contienda entre Capuchetti y Lijo deberá ser saldada inevitablemente por la Cámara. Lijo tiene varios números para quedarse con la causa porque, entre otras cosas, tiene los planteos que hicieron el exdirector general de la AFI Gustavo Arribas y Mauricio Macri para llevar las causas de Dolores a Retiro.
Arribas le pidió el año pasado a Lijo que reclamara la causa del llamado Proyecto AMBA, una iniciativa de la AFI que funcionó entre 2016 y 2017 para hacer espionaje político en la provincia de Buenos Aires. En octubre de este año, Macri se subió al pedido de su amigo Arribas para intentar arrebatarle a Bava la causa por el espionaje a los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan antes de que lo indagara y lo procesara.
El juez Bava tiene aún para responder una presentación del fiscal Juan Pablo Curi, que le reclamó que mandara a los tribunales federales porteños también la causa del Proyecto AMBA y la del ARA San Juan porque son conexas a la de D’Alessio. Habrá que ver si Bava contesta o espera definiciones de la Cámara Federal de Mar del Plata, que tiene que analizar también si manda los expedientes a la tierra prometida de Comodoro Py o avala que Bava continúe con las investigaciones.
Desde que Ramos Padilla inició la investigación en enero de 2019 –que después continuó Bava– catorce personas fueron procesadas en la causa D’Alessio. En la del Proyecto AMBA, el número trepó a 25 procesados –que aún no fueron revisados por la Cámara marplatense–. En la causa del ARA San Juan, Bava procesó a Macri y a otros once imputados, entre los que se suman las máximas autoridades de la AFI macrista.
Mientras tanto, en Comodoro Py, el D’Alessiogate sigue buscando un juez para que continúe la investigación y decida si eleva a juicio a D’Alessio y compañía.