El juez Carlos Villafuerte Ruzo dispuso que los estudios sobre el cuerpo de Carlos Menem junior los hagan, en conjunto, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y el Cuerpo Médico Forense (CMF). Sobre esa base hay un virtual acuerdo de Carlos Menem y de Zulema Yoma para que esos estudios se hagan, tal vez manteniendo la fecha del 31 de mayo para la exhumación del cuerpo de Carlitos. Como veedor, participará un especialista de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Esta sería la última medida que tomaría el magistrado y luego volverá a resolver, en forma definitiva. Como se sabe, Villafuerte Ruzo dictaminó que Carlitos murió producto de un accidente al llevarse por delante los cables sobre la ruta 9, el 15 de marzo de 1995. A raíz de los conflictos por la forma de manejar el caso, el histórico abogado de Zulema, Juan Gabriel Labaké, anunció que renunciaba como letrado de la ex primera dama, aunque hasta el viernes no había presentado el escrito de dimisión.
Desarchivo
Como se sabe, el juez Villafuerte Ruzo archivó el caso Menem junior por inexistencia de delito. El magistrado se basó en una larga serie de testimonios –unos 40– que vieron volar el helicóptero bajito, jugueteando, y luego estrellarse contra los cables de alta tensión. A eso se agregan los peritajes de la Fuerza Aérea y la empresa fabricante del aparato, la Bell norteamericana. Zulema Yoma y su abogado, Labaké, siempre mantuvieron la postura de que a Junior lo mataron en un atentado. Sostuvieron que una pericia de la Gendarmería, hecha cuando el helicóptero estaba desguazado, marcaba la existencia de restos de plomo, que hipotéticamente demostrarían que se incrustaron proyectiles contra el helicóptero.
El fallo de Villafuerte Ruzo fue confirmado por la Cámara Federal de Rosario y luego la Cámara de Casación y la Corte Suprema rechazaron los recursos. Ante ese cuadro de situación, Zulema Yoma recurrió a la CIDH. El Estado, en tiempos de Cristina Fernández de Kirchner, no quiso confrontar con Zulema y finalmente se acordó que se concretaran algunas medidas de prueba más. Villafuerte aceptó desarchivar la causa y la exhumación es una de las dos medidas que adoptó.
ADN
La exhumación se hace porque Zulema sostiene que el cuerpo de Carlitos fue reemplazado y no es el que está en el féretro en el Cementerio Islámico. Para hacer la constatación, a Carlos Menem y Zulema les iban a tomar muestras de sangre, pelo y saliva, por lo que fueron citados al Cuerpo Médico Forense el lunes pasado. La medida se frustró porque ni el ex presidente ni su ex esposa se presentaron.
En un escrito firmado por ambos y en el que Labaké fue excluido, Menem y Zulema reclamaron la intervención del EAAF, como protagonista de las extracciones. El jueves pasado, se llegó a un acuerdo y el juez Villafuerte Ruzo aceptó flexibilizar su postura: el EAAF y el CMF realizarán los estudios de manera conjunta. El juez decidirá las nuevas fechas para hacer las extracciones y verá si se puede mantener el 31 de mayo como día de la exhumación.
Como se sabe, el EAAF tiene prestigio mundial en la identificación de cuerpos. Participó de la identificación de los restos de Ernesto “Che” Guevara, en Bolivia, e intervino recientemente en la exhumación del cuerpo del poeta Pablo Neruda en Chile. Junto al EAAF y la CMF habrá un veedor de la Comisión Interamericana, ya que Villafuerte Ruzo pidió que se designe un profesional para supervisar cada paso.
Sobre la base de ésta flexibilización del juez, Menem y Zulema se harán las extracciones durante esta semana. El miércoles, el EAAF y el CMF también harán una extracción para realizar estudios genéticos a los restos que se preservaron en la morgue cuando se hizo la autopsia. La exhumación se mantendría para el jueves 31 de mayo.
Renuncia
Este diario se comunicó con Labaké para confirmar su renuncia como abogado de Zulema. El letrado ratificó que renunciaría y que estaba redactando el escrito para presentar en el juzgado. Sin embargo, hasta el viernes no había concretado la presentación.
La situación de Labaké es curiosa. Desde hace años viene sosteniendo que los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel fueron cometidos por los servicios de inteligencia israelíes, el Shin Bet, una postura inaudita, sin antecedente ni prueba alguna y que tiene bastante de antisemitismo. Pero lo llamativo es que Carlos Menem padre afirma que los atentados fueron cometidos por la organización libanesa Hezbollah y que incluso la muerte de Carlitos fue el tercer atentado, también cometido por Hezbollah. O sea, posturas muy contradictorias entre Menem padre y Labaké. Pero el letrado fue aún más lejos: dijo que la muerte de Carlitos se produjo por “una mexicaneada, un vuelto, de su padre”.
En ese marco, Labaké argumenta que Zulema perdió poder de decisión en la causa, que Carlos Menem tomó el mando y que esa situación llevó a que se presentaran escritos en el juzgado sin su firma.
Final
La exhumación sería la última medida que se tomará en el expediente. Después, Villafuerte Ruzo volverá a dictaminar. Tendría que aparecer una prueba relevante para que el juez modifique su criterio.
El magistrado descartó en su momento la hipótesis del atentado porque los informes de la Bell y la Junta de Accidentes de la Fuerza Aérea, que intervinieron de entrada, fueron categóricos. Frente a lo señalado por la Gendarmería muchísimo más tarde –la existencia de plomo entre los restos–, el magistrado se basó en la respuesta de la Bell que precisó que el aparato tenía estabilizadores de plomo y que eso explicaría la presencia de esos restos. De todas maneras, lo determinante para Villafuerte Ruzo fueron los testimonios de estacioneros de la ruta, camioneros, empleados de gomerías, conductores de autos que manifestaron que no salió humo del helicóptero ni hubo ruido de disparos, sino una caída a raíz de que el aparato se enganchó con los cables.
El juez también investigó varias muertes de testigos y, uno por uno, el magistrado determinó las causas.
* Un testigo, prácticamente indigente, Epifanio Lorenzo Siri, que cruzó la Panamericana a pie y fue arrollado por un conductor, oriundo de San Nicolás, Martín Vercelli.
* El perito de la Fuerza Aérea Miguel Luckow, asesinado en el marco de un robo. El delincuente que lo mató fue también identificado como Angel Antakle. Dos días después del homicidio, Antakle cayó muerto en un enfrentamiento con efectivos de la comisaría 49ª. De todas maneras, Luckow en su momento había firmado un informe diagnosticando que el helicóptero de Carlitos cayó producto de un accidente.
* El comisario retirado de la Bonaerense Héctor Bassino también murió dos años después en el marco de un robo. Bassino llegó al lugar de la caída del helicóptero de Carlitos porque fue enviado por el jefe de la fuerza. No era un testigo relevante.
* Tampoco había hecho aportes Emilio Mancini, hermano de un perito de la Gendarmería. Mancini, con problemas de adicciones, según declaró su hermana, fue muerto en un domicilio en el que aparentemente se comercializaban estupefacientes.
* Por último, también murió un preso, Hugo Sánchez Trotta, quien dijo que cuando saliera en libertad iba a declarar revelando la identidad de quien le robó el maletín que llevaba Carlitos en el helicóptero. Ni bien salió de la cárcel, murió en un enfrentamiento con la Bonaerense tras participar del robo de un automóvil.
Sobre esos hechos se armó todo un mito.
A 22 años de la muerte de Junior es posible que la causa entre en sus últimas instancias. Nadie le quitará a Zulema la convicción de que a su hijo lo mataron, pero habrá que ver si en estas medidas finales aparece algún nuevo elemento. De lo contrario, el expediente caminará otra vez al archivo por inexistencia de delito.